La semana pasada VIVA publicaba la historia de una madre que lucha por la custodia de sus tres hijos, de 16, 9 y 7 años. Hoy contamos la otra versión. Hace siete años que se separaron y llevan tres con la custodia compartida. La madre ha pedido la revisión tras la detención del progenitor, por un presunto delito de drogas. Él, que aún no ha sido juzgado, asegura que es un buen padre y que ella no les da el cuidado que necesitan. Así, será el juzgado quien decida finalmente si retirar la custodia compartida al padre o no.
“El mayor lleva cinco años conmigo porque su madre no se ha hecho nunca cargo de él. No le daba ni los dos euros para el bocadillo del instituto”, lamenta.
Ha reconocido abiertamente a esta redacción que fue detenido cuando el Cuerpo Nacional de Policía halló en su domicilio 1.770 kilogramos de hachís. “Es verdad que todo está en manos de los jueces. Me ha pasado una vez. Estuve un año sin cobrar, porque el Ayuntamiento de La Línea no pagaba (es empleado municipal) . Tengo cuatro préstamos. El 16 de febrero salió mi casa a subasta... No me iba a dormir con mis hijos debajo de un puente... ¿Qué le das a un niño si te pide y no tienes?”, argumenta. Asegura que es la única vez que lo ha hecho y afirma que “no soy un narcotraficante”.
Insiste en que los pequeños no corren riesgo alguno en la vivienda, como su ex mujer defiende. Además, señala que ella ha tenido muchos problemas con las drogas. “Yo la ayudé y la metí dos veces en un centro de desintoxicación. No sé cómo estará ahora”.
Ha interpuesto varias denuncias por incumplimiento en las visitas y por su temor a que los niños pudieran estar solos.
Menor con autismo
El hijo mediano, con discapacidad por autismo infantil, acude a un colegio público y por las tardes, al Centro de Atención Temprana de Asansull, donde es atendido por especialistas. Ella considera fundamental que asista también al campamento de verano que organiza esta misma asociación centrada en personas con discapacidad. Y discrepan, pues él cree que el pequeño debe descansar en verano.
Tampoco se ponen de acuerdo con la paga que reciben por la Ley de Dependencia. Él ha denunciado que su ex la ha dejado de ingresar en la cuenta mancomunada. “Dejé de ingresarla en esa cuenta porque el padre no quería utilizar el dinero para las terapias que necesita mi hijo”, cuenta ella. El padre, sin embargo, entiende que “ese dinero hay que reservarlo para cuando mi hijo sea mayor, porque lo necesitará para que lo cuiden. Ella está incumpliendo una decisión judicial”.
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