Andalucía

Viaje a las entrañas barrocas del Teatro Rojas de Toledo

El viaje al interior del coliseo, inaugurado en 1879 sobre un antiguo corral de comedias, arrancará en la escalinata que lleva a la puerta principal

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  • TEATRO -

El Teatro Rojas de Toledo alberga en sus entrañas una joya de ingeniería teatral barroca y es el único en España que conserva en perfecto estado de funcionamiento el sistema de elevación del patio de butacas, secretos que mostrará al público por primera vez a partir de la próxima semana.

El viaje al interior del coliseo, inaugurado en 1879 sobre un antiguo corral de comedias, arrancará en la escalinata que lleva a la puerta principal y, desde allí, se hará un recorrido por el teatro hasta descender a "la caja de la magia".

Con estas palabras describe el jefe técnico del coliseo, Eugenio Alonso, en una entrevista con Efe, el foso y el contrafoso del Teatro Rojas de Toledo, dos espacios que se encuentran debajo del escenario y que en el siglo XIX se utilizaban para hacer aparecer y desaparecer los elementos escenográficos.

A través del movimiento de poleas, tornos y grandes ruedas, la compleja maquinaria permitía durante una representación teatral "subir al demonio, bajar a un ángel volando o cambiar el escenario en sólo veinte segundos, permitiendo llevar al espectador de una ciudad a un bosque sin que supiera realmente cómo había ocurrido".

Era una nueva forma de hacer teatro -se ocultaba la maquinaria y se separaba el patio de butacas del escenario- que surgió en Italia en el año 1618, en el Teatro Farnesio de Parma, y luego se extendió por toda Europa hasta llegar a España.

Hasta dieciocho personas trabajaban como maquinistas de foso durante una función y estaban acompañados de otro personal del teatro que también permanecía oculto, como el apuntador o la orquesta.

Ahora, toda esta maquinaria no se utiliza porque el Teatro Rojas de Toledo, que debe su nombre al dramaturgo toledano Francisco de Rojas Zorrilla, es el único que la conserva en España y "no sería rentable económicamente diseñar una representación teatral para que viniera solamente a Toledo", explica Alonso.

Junto al foso y el contrafoso, el coliseo conserva el único sistema de elevación de butacas a la altura del escenario en funcionamiento en España, trazado por Egidio Piccoli, y que fue diseñado para permitir la celebración de actos sociales, "muy de acuerdo con la mentalidad del siglo XIX de que al teatro no sólo se viene a ver sino a que también te vean".

Además de los aspectos arquitectónicos y artísticos del teatro, los visitantes podrán conocer a través de un recorrido de sesenta minutos la historia de un lugar que comenzó a acoger representaciones teatrales hace casi 440 años.

La primera función está datada en 1576, en el antiguo Mesón de la Fruta, que luego dio paso al corral de comedias que diseñó el hijo del Greco, Jorge Manuel Theotocópuli, en 1603, y que, tras un incendio, se convirtió en este teatro a la italiana.

El jefe técnico del teatro destaca el interés de la visita tanto para los amantes del teatro como para los que "quizás no sean tan entusiastas" con este arte, pero quieran contemplar "una maquinaria del Renacimiento, de Leonardo da Vinci, con madera, movimiento y cuerda".

Los guías de estos recorridos serán los propios trabajadores del teatro que están siendo formados en aquellas áreas en las que no son especialistas y asesorados por el historiador toledano Rafael del Cerro.

Las visitas comenzarán a partir del próximo miércoles 25 de febrero, cuando tendrá lugar la conferencia de inauguración que impartirá este historiador.

Después, se celebrarán todos los martes por la mañana, con grupos reducidos de un máximo de doce personas y con un coste de 6 euros y de 3 para estudiantes, jubilados y desempleados, y la idea y la "ilusión" de sus impulsores es que "perduren en el tiempo", desea Alonso.

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