La historia política presente

La política actual está compuesta por partidos elitistas sin masa crítica de militantes y por partidos populistas (del pueblo).

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A nte la situación de contingencia múltiple que vive el panorama político español, cabría analizar la siguiente premisa: Las personas en situaciones sociales desfavorables aceptan irreflexivamente la contradicción política, si la nueva situación les genera ilusión (Ekphrasis). Su idealismo es superficial, pero efectivo, empiezan a entenderlo como búsqueda de la dignidad pérdida o arrebatada. La dialéctica del método persuasivo de las nuevas formaciones políticas, aún simple, resulta convincente al respecto. Existe la paradoja de que la nueva masa crítica en formación desea no aceptar el sistema, pero tampoco quiere salirse de él; piénsese en la experiencia del referéndum griego. Cabría analizar tal aseveración en su aspecto críptico.

La política actual está compuesta por partidos elitistas sin masa crítica de militantes y por partidos populistas (del pueblo). Estamos ante el amanecer de una ética política de concepciones populares alejadas de aspectos dogmáticos intolerantes y que proporcionan las herramientas para una vida social libre y democrática; en el aspecto práctico contribuyen a la estética de las relaciones humanas. Las personas construyen su propia identidad y sensibilidad, y no es la sociedad la que impone sus gastados modelos. La ética no constituye una expresión enfática de lo bueno, es una responsabilidad con los otros dentro de una justicia social experimentable y evolutiva. El éxito de la política actual se justifica en los hechos tal como suceden en la vida cotidiana, analiza las formas sucesivas de las experiencias personales, comenzando por las más inmediatas y en su singularidad concreta.

En los partidos emergentes su determinismo en cada etapa que transcurre resuelve las contradicciones de la anterior, la superación sucesiva genera mayores conceptos sintetizadores mediante la corrección de objetivos (cada pauta es un proceso dialectico operativo e impulsa hacia adelante el carácter de formación política en el camino del logro por ellos establecido), eliminando los escepticismos políticos de sus simpatizantes; sus síntesis políticas finales son verdaderas alternativas de gobierno. No todos los viejos partidos han hecho una lectura completa de la irreductible realidad que se les avecina.

La idea expresiva del mensaje PODEMOS lleva dentro de sí el fondo de la significación fundamental de un partido. Las características constitutivas de esta fuerza política está formada por grupos “fugitivos” que toman conciencia súbitamente de que la política puede ser vivida de otra manera, tras el “fenómeno Iglesias” en los medios televisivos, se asientan sobre una generación de jóvenes incansables que se sienten agraviados y cuyas múltiples dimensiones en redes sociales les permiten establecer contactos con el mundo real. El panorama político a la estela  dibujada por esta fuerza joven se ve con preocupación en el resto de los grupos de izquierdas, por el vigor y  la dimensión de la nueva formación, y en la derecha por el poder que acapara. 

CIUDADANOS pone en relieve la necesidad de un desarrollo social diferente, que guarde fidelidad con la CE, basado en un modelo de transparencia, como solución a la grave fractura que ha ocasionado el “statu quo” particular de algunos dirigentes que han hecho perder la confianza a un núcleo de la sociedad en el sistema actual. En ambas formaciones, que asumen la historia de su propio tiempo, los valores sociales marcan las perspectivas de la nueva ética política, y que a los más avezados en las viejas doctrinas la situación les ha cogido con sus librillos desencuadernados. La historia política del presente se está escribiendo con nuevos actores políticos.

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