“Este ha sido el primer combate, aún estamos de pie. Pero el daño ya está hecho. Si hubieran impuesto un arancel del 15% o el 20%, hoy estaríamos parando líneas de producción y despidiendo trabajadores”. Así resume el día de ayer Gabriel Redondo, presidente de la cooperativa Agro Sevilla, líder exportador de aceituna española al resto del mundo, tras conocerse el arancel medio del 4,4% impuesto por ahora. Teniendo en cuenta que las dos empresas californianas denunciantes pedían aranceles de entre el 70 y el 200 por ciento, se entiende el cierto alivio.
Toca ahora, primero, espera a que el segundo procedimiento abierto -el antidumping, el antisubvenciones es el que ha derivado por ahora en esos aranceles- no agrave la situación. Redondo asegura que si el arancel impuesto finalmente es de entre el 2 y el 7 por ciento “es porque mucha razón no deben de llevar en sus argumentos los denunciantes”.
Segundo, las empresas españolas tendrán ahora que negociar con sus clientes, y proveedores (los olivareros españoles), cómo se reparte el coste extra que tendrán que comenzar a asumir en sólo unos días.
Y, tercero, también en el cortísimo plazo y en el medio tendrán que ver los productores españoles que tan competitivos han logrado ser en las dos últimas décadas cómo encaran la competencia en EEUU de otros productores tradicionales de aceituna que no pagarán ese arancel. La aceituna española será competitiva aún, pero la incertidumbre la está penalizando.
El daño ya está hecho, se lamentaba Redondo. En efecto, desde que en julio se inició la investigación la inseguridad que afecta a los productores españoles está posicionando mejor a otros operadores. “La aceituna española es ya menos competitiva que la egipcia en EEUU, y Egipto junto a Turquía pueden sustituir a medio plazo a la aceituna española. A eso hay que sumar el acuerdo preferencial de Marruecos con EEUU”, señala por su parte el experto independiente del sector oleícola Juan Vilar.
La patronal Asemesa ya ha expresado igualmente ese temor. Incluso socios europeos como Portugal podrían ver una puerta abierta a su aceituna en EEUU que hasta ahora no existía. Sólo en Marruecos se han plantado 2.000 hectáreas de olivar en los últimos años, en parte destinado a aceituna de mesa, dentro del macroproyecto Marruecos Verde de impulso a la agroindustria en el país vecino.
El producto español es mucho más competitivo que el californiano para restaurantes y supermercados, canales principales en EEUU y cualquier mercado. Las empresas familiares californianas denunciantes Bell-Carter y Mosco Family Olive (fundada por un emigrante italiano) están, a juicio del sector en España, anticuadas en sus métodos y procesos, y no son competitivas.
Se conocen bien desde hace años, no en vano las aceitunas Spanish Style son una de las tres más consumidas en EEUU. España y la UE deberían actuar ya, como el ministro De Guindos ha avanzado que se hará, para proteger a quienes trabajan bien.
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