Jerez

La provincia de Cádiz: 10 años después del estallido de la crisis

La tasa de paro es aún un 10% más alta que antes del comienzo de la crisis y Cáritas alerta del número de familias en exclusión social frente a los datos macro

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  • Las grúas han desaparecido del horizonte -

Miguel Torres

“En 2009 nos quedamos sin trabajo. Teníamos unos ahorros que nos permitió aguantar un tiempo. Luego nos quedó sólo con la ayuda por desempleo y no podíamos pagar la hipoteca, que empezó por 500 euros y se nos puso en 730. Pedimos dinero a la familia, pero hay un momento en que ya no podían. Nos ayudaban para comer, pero no para la casa y dejamos de pagar. Un día llegó un secretario judicial que nos dijo que nos iban a subastar la vivienda y nos echaban a la calle. Tenemos dos niñas. Una situación difícil de llevar". Quien narra su historia es Carmen Pérez. Su marido es José Lozano. Viven en Algeciras y son miembros fundadores de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca Campo de Gibraltar. Carmen y José sufrieron en sus carnes las consecuencias de la recesión económica que en este 2018 cumple una década. El matrimonio ha peleado en los juzgados, logró paralizar el desahucio y tras diez años su vida ha mejorado, aunque los problemas no se han resuelto. Aún se mantiene la amenaza de la subasta, pero ellos siguen sin ceder para no verse en la calle. Así que cuando se le pregunta a Carmen si la crisis ha finalizado responde con un rotundo no.

“La crisis se ha superado a nivel macroeconómico, pero no para las familias”, asegura Francisco Domouso,  director de Cáritas Diocesana de Asidonia-Jerez, una entidad que ha trabajado en la calle con las víctimas de la recesión. “Soy realista, no pesimista. La esperanza no se pierde, pero no se puede ser contemplativo con el mensaje político de que la crisis ha pasado. No ha pasado. Detrás de esta crisis aún continúa la tempestad. Después de la tormenta no ha llegado la calma”, manifiesta.

Salud González tampoco cree que la crisis sea algo del pasado. Es la  tesorera del Banco de Alimentos de Cádiz, otra entidad que ha servido de paraguas para las víctimas que han dejado estos diez años. “Puede que esté remitiendo, pero está ahí. Ahora se está dando el caso de familias con un solo miembro trabajando y que difícilmente pueden salir adelante. Con un sueldo de mil euros no se llega a fin de mes y tienen que acudir a la ayuda alimentaria. Ha aumentado la pobreza”, explica esta mujer.

Estos tres testimonios no concuerdan con los datos macroeconómicos que el Gobierno y otras instituciones bancarias y financieras trasladan.

Tras diez años de recesión, las estadísticas señalan que ya han salido los brotes verdes.

La provincia de Cádiz cerró el año 2017 con 356.142 empleados y 157.213 demandantes, recuperando casi 40.000 empleos en cuatro años, pero aún lejos de los datos que había en 2007, año en el que empezaron a  aparecer los primeros síntomas de la caída económica. En diciembre de 2007  en la provincia de Cádiz había  108.632 personas desempleadas y  397.037 afiliadas a la seguridad social, ello significa que en la actualidad aún hay un 10 por ciento más de tasa de desempleo que hace una década y casi 40.000 personas menos afiliadas.

Por sectores, el paro registrado en diciembre de 2017 fue de 6.024 en la agricultura y pesca; 16.599 en la construcción; 9.081 en industrias y 103.287 en servicios. A ello hay que sumar 21.502 que no tenían empleo anterior. En total: 157.213.

La cifra es superior a la de 2008, con 147.655 gaditanos en el paro, de los que 6.887 lo eran del sector de la agricultura y pesca; 30.917 de la construcción; 10.480, industria; 69.667 de servicios y 29.704 sin empleo anterior. En total: 147.655 parados en la provincia, inscritos.

La construcción fue el sector que más sufrió la crisis. La burbuja inmobiliaria había estallado y en 2008 la Junta de Andalucía señalaba en sus informes que en el último trimestre de ese año se realizaron 12.891 contratos en la construcción gaditana; casi el 98 por ciento de ellos eran de carácter temporal y sólo 271 indefinidos.

En 2017, las grúas han vuelto a empezar a moverse en la provincia y dan trabajo. Según un informe de la Consejería de Empleo, el 15,41 por ciento de los demandantes de empleo de la provincia provienen de la construcción. Pero no se llega a los niveles de hace diez años, según confirma Juan José Brutón, presidente de la Asociación de Gestores Inmobiliarios de la Provincia de Cádiz, que agrupa a casi un centenar de oficinas inmobiliarias.

Lo que sí está en alza es el turismo. Del total de contratos formalizados en la provincia en este último año, el 23,57% se dieron en el sector turístico. En el último trimestre del año se hicieron 34.017 contratos, un aumento superior al diez por ciento respecto a 2016, aunque el 97% de ellos fueron temporales.  En 2008, del total de contratos realizados en los últimos tres meses,  el 16,59% se dieron en este sector, en el que la cifra media de paro registrado alcanzó los 16.219 demandantes.

Estas son las cifras, a las que el responsable de Cáritas Francisco Domouso deja en un segundo plano para hacer un análisis de la experiencia que tiene con la ciudadanía. Y ese contacto  le dice que la pobreza ha aumentado en la provincia y que no se puede negar la existencia de un amplio sector de la población que está en exclusión social y apunta que dos tercio de ellas  venían de antes de la crisis y esas personas siguen ahí y ahora están peor que antes.

Alerta de que son muchos los que se han sumado a los desfavorecidos y señala a las  personas en la franja de edad de los cincuenta años, que con un trabajo seguro durante muchos años de pronto vieron como cerraban sus empresas o eran despedidos y ahora se encuentran  que no tienen posibilidad alguna de volver a trabajar. “Es muy grave porque nadie los quiere, nadie confía en ellos para una reconversión profesional y ahí han quedado, se le ha pasado el arroz”, manifiesta.

Domouso también hace hincapié en la precariedad de los nuevos contratos, de sueldos que no dan para vivir.  “Actualmente casi el 40 por ciento de las personas que estamos atendiendo tienen algún tipo de trabajo. Antes tener trabajo era un privilegio y ahora sólo es algo que te ayuda a sobrevivir. Una familia con tres hijos donde sólo trabaja un miembro y le están pagando 600 ó 700 euros. ¿Cómo puede pagar vivienda, agua, luz y mantener a cinco personas? Imposible”, manifiesta.

Sindicatos y patronal

Las fuerzas sindicales se suman a la denuncia de la precariedad del trabajo que se está creando en esta última década. Reclaman al Gobierno una apuesta por la negociación colectiva para el crecimiento de los salarios como impulsores para la recuperación del consumo y de un empleo de calidad.

“Quien ha salido perdiendo han sido los trabajadores  con dos reformas laborales que lejos de sacarnos de la crisis nos han sumido en una profunda crisis”, asegura la secretaria provincial de CCOO, Lola Rodríguez.

CCOO asegura que es imprescindible un cambio de políticas económicas y la derogación de las reformas laborales que a su entender sólo han supuesto un retroceso en el empleo, en la calidad del mismo y en el progreso y desarrollo de la sociedad.

“La provincia de Cádiz continúa sufriendo los coletazos de la crisis. Se ha creado un empleo en precario, con salarios bajos, que no va a permitir a la gente afrontar una vida medianamente digna. Nuestra tasa de desempleo sigue siendo bastante elevada. Si a esto le añadimos que seguimos teniendo los déficit en infraestructuras, tanto de comunicación como productiva, que seguimos sin potenciar el cambio de modelo productivo que precisamos y sin apostar por un sector industrial que tenemos potente tanto en la Bahía de Cádiz como en el Campo de Gibraltar, podemos decir que estamos sumidos en la resaca de una crisis que ha afectado a esta provincia”, manifiesta Lola Rodríguez.

CCOO reclama el impulso y ejecución de políticas de desarrollo local que fortalezcan el empleo en sectores tradicionales y una apuesta por nuevos procesos productivos. Además reclama más inversión para el desarrollo industrial, portuario y logístico de la provincia, que deben ir acompañadas de planes y proyectos que contribuyan a la implantación de nuevas fuentes productivas en el entorno de las Aletas y la Bahía de Cádiz, así como la ejecución de infraestructuras imprescindibles como la modernización de la línea de ferrocarril Algeciras/Bobadilla. También reclama una apuesta por el sector naval y su valor añadido.

Pero como ya hemos apuntado, los datos macro aportan una visión más optimista de la situación económica de la provincia. Desde la patronal, el presidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz, Javier Sánchez Rojas, ya apuntaba hace unas semanas desde estas mismas páginas que “la recuperación es innegable, pero va a distinto ritmo en función de las zonas. Las perspectivas para 2018 son buenas. Habrá que tener en cuenta los riesgos, cómo nos afecta el factor institucional. Pero los datos macros son mejores que el año pasado, los de creación de empleo y el saldo neto de creación de empresas es positivo. Las referencias de los principales sectores es que van mejores que en 2016 y las expectativas son buenas pero con la sombra de duda del ámbito institucional, va a ser un año en el que no habrá elecciones, y eso aporta tranquilidad al sector e invita a pensar que 2018 será un año de crecimiento”.

Sánchez Rojas ofrece como ejemplos de recuperación en la provincia el Campo de Gibraltar, que ha experimentado “un importante crecimiento con respecto a las demás zonas. Por sectores hay picos importantes, como ocurre en el aeronáutico y en el naval. La agroindustria es la joya de la corona y con capacidad de crecimiento. Hay un amplísimo tejido de micropyme, aunque tarda más en crear empleo sin un tejido industrial más amplio”.

El músculo del puerto de la Bahía de Algeciras

El puerto de Algeciras ha sido uno de los agentes económicos de la provincia que mejor ha aguantado las bofetadas de la crisis económica. Cuando los despidos eran la nota dominante en la geografía española, el puerto aumentó su plantilla de estibadores. Manuel Piedra, presidente de la  Asociación de Empresas de Servicios de la Bahía de Algeciras (AESBA), asegura que el puerto ha servido de paraguas, asegura que la actividad portuaria sea muy diversificada y no dependa del cliente nacional sino que se mueve en el mercado global ha minimizado . “El paraguas del sector portuario ha funcionado bien. Obviamente la crisis a todos nos ha afectado, pero nos ha llovido menos.  Si no hubiéramos tenido esta protección el paro en la comarca hubiera sido mucho más fuerte. Ha sido como un chaleco antibalas. Podemos haber tenido algún moretón, pero no hemos muerto”, asegura Piedra.

 

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