Hay cosas que no cambian por más que se señale y por más que se ponga toda la carne en el asador para intentar revertir la situación. La realidad del Recre Portuense esta temporada es compleja. Hartamente.
Por un lado, la de un conjunto que a pesar de la intensa renovación llevada a cabo en su cuadro técnico, por más llegadas -y salidas- de jugadores, lo cierto es que a mitad de la competición el descontento es evidente y notorio en el entorno por el infausto devenir del equipo.
Ni con el comienzo del nuevo año ni jugar contra el último, el que sumaba once jornadas sin conocer la victoria, sirvió de acicate para el Recre se hiciera con la victoria. Un nuevo empate y otro desencanto más. Y van...
Desfondado y con tres pírricas victorias en 17 partidos jugados, dan buena muestra que el equipo ni está ni se le espera, a tenor de lo expuesto en este ecuador liguero. Este domingo tiene una nueva revalida. Otra más. Otra vez jugará en el Marcos Monge ante el penúltimo, el Jédula, este domingo (12h.). El Recre jugará contra sí mismo y contra su rival.
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