Segundo año del tándem Sheriff-Toté. El año pasado se quedaron en cuartos y este año han venido pisando fuerte, con toda la intención de llegar más lejos. Los Quitapupas son unos curanderos. La cabra que llevan en la cabeza apareció en el repertorio más de una vez. Los pasodobles de volvieron con el sello inconfundible de el Sheriff. El primero de los pasodobles a Cádiz, a la que desean que dure tres mil años más. Su único Dios y su única religión es su padre. De vellito de punta ese parón en medio del pasodoble al compás del bombo y la caja. El Falla terminó cantando al unísono el estribillo. Prometen.
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