De nuevo un 18 de diciembre lleno de ambiente cofrade por la ciudad. Desde por la mañana, en los templos que se visitaban numerosas fieles y curiosos rendían sus honores a todas las dolorosas expuestas en besamanos por la festividad de la Expectación. Se convierte de esta manera, un año más, en uno de los días grandes y más populosos de los que se viven a los largo del calendario cofrade de la ciudad. Las imágenes de María Santísima de la Esperanza, la Virgen de Amor y Esperanza de la parroquia de San Dámaso, la Virgen de Nueva Esperanza, Nuestra Señora de Gracia y Esperanza y María Santísima de la O. Esta última, titular de la cofradía de los Gitanos, es protagonista desde el pasado domingo del razo de las antífonas que se viene celebrando en la parroquia de los Santos Mártires y que se prolongarán hasta el próximo sábado.Por su parte, la banda de música de la archicofradía del Paso y la Esperanza celebró un concierto como cierre a los cultos celebrados en honor a su titular mariana , que en 2018 cumplirá 30 años como imagen coronada canónicamente.
Así mismo, por esta misma festividad y a lo largo del fin de semana pasado, la congregación de la Divina Pastora de las Almas organizó su tradicional besamanos que también tuvo un carácter solidario al recoger alimentos no perecederos. Lo hizo en su templo provisional del Santuario de María Auxiliadora Coronada, al encontrarse su sede canónica en obras de rehabilitación. Este año, ha habido una ausencia destacada en la agenda de en un día tan señalado como el celebrado ayer. Y es que, la Virgen de Dolores y Esperanza, titular de Humildad y Paciencia y que también celebraba ayer su onomástica, se encentra en proceso de restauración. Unos trabajos que está realizando el imaginero Israel Cornejo y que tendrán una duración estimada de tres meses.
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