Primero pacto, luego impugnación total y ahora resurrección de un nuevo pacto. El PP andaluz dio ayer el enésimo giro a su estrategia y volvió a la casilla de salida en su insistencia en consensuar con el Gobierno de Susana Díaz el Presupuesto andaluz de 2018. La formación de Moreno Bonilla tendió una y mil veces la mano al PSOE para evitar pulsar el botón del no cuando las cuentas públicas entren en fase de tramitación parlamentaria, pero los socialistas desoyeron la oferta porque con Ciudadanos vuelven a sumar lo suficiente para salvar el obstáculo sin sobresaltos. Asumido el golpe el primer grupo de la oposición pasó a la ofensiva y cargó contra un proyecto de ley que creía “opaco” y que no respondía a las necesidades de Andalucía. Se anunció pues enmienda a la totalidad, pero ayer todo volvió a virar.
El PP no se rinde pese a los desaires. Aunque fue acusado hace apenas una semana por el vicepresidente de la Junta de haber intentado torpedear a última hora el acuerdo con Cs, los populares se abrieron este miércoles una vez más al pacto. La última propuesta, desvelada por su secretaria general, Loles López, es desactivar la enmienda a la totalidad que se votaría el próximo miércoles en el Parlamento a cambio de que el PSOE acepte sentarse en torno a la misma mesa para negociar. Es la misma fórmula que la Junta ha regateado desde el verano. La cita debería ser este jueves o el viernes como muy tarde. Si el teléfono no suena, habrá impugnación total del Presupuesto.
López incluso confesó este miércoles que a principios de semana se celebró una reunión previa del vicepresidente Jiménez Barrios y el portavoz Mario Jiménez con la portavoz del PP-A en el Parlamento, Carmen Crespo. La oferta enterrada sólo dos días antes resucita así de nuevo. El partido de Moreno espera ahora que el PSOE “mueva ficha”.
Aunque se celebrase esa reunión antes del viernes, algo sin confirmar, encontrar puntos de encuentro no sería fácil. El Gobierno de Díaz cree que ha cuadrado los Presupuestos y no parece dispuesto a hacer grandes concesiones al PP que pudieran traducirse en méritos para su principal enemigo. Otra cosa distinta sería que el clima de entendimiento entre los dos grandes partidos en Madrid ante el órdago secesionista de Cataluña bajase hacia el sur...
"Un postureo"
María Jesús Montero, consejera de Hacienda y responsable de cuadrar el Presupuesto, no se cree “nada” del “postureo” que a su juicio despliega el PP andaluz en las últimas semanas en esa parcela. “No es una oferta sincera”, sentenció este miércoles a su paso por Acento Andaluz, el programa de Ondaluz TV. “Hacen ese anuncio sólo para justificar ante sus bases la presentación de la enmienda a la totalidad, diciéndoles que lo hacen porque el PSOE no negocia”, concluyó. El planteamiento no se sostiene según su criterio porque "pidieron la reforma del Impuesto de Sucesiones y mejoras en sanidad, educación y dependencia. Pues todo eso está en el Presupuesto pero el PP sigue hablando de enmienda a la totalidad".
Montero no sólo no intuye buena voluntad en la petición de negociar las cuentas públicas, sino que extendió esa percepción también al anuncio hecho horas antes por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, de que su departamento empezará por fin a cocinar la reforma definitiva de la financiación autonómica. “No hay voluntad de hacerlo. Si se fijan lo que hay es un anuncio de hacer algo a lo que ya se habían comprometido antes. Dijeron que antes de final de año estará terminada la reforma y ni siquiera se ha convocado el segundo grupo de expertos”, se quejó la consejera antes de recordar que Andalucía pierde unos 850 millones anuales con el modelo actual. Cuando vea la luz el sistema ya renovado confía en que el Estado lo nutra con "al menos 20.000 millones de euros más, aunque algunos expertos hablan incluso de la necesidad de que fueran 40.000 millones".
La Junta sigue además de cerca lo que ocurre en Cataluña. Montero alertó de nuevo a Moncloa de que “no tenga la tentación” de aplacar el órdago secesionista con compensaciones tributarias o de competencias “que nos afectarían a todos”. También descartó que entidades financieras como La Caixa puedan encontrar obstáculos en Andalucía a su gestión diaria por temor de sus clientes ante la inestabilidad en Cataluña. Recordó que "su sede social está ya fuera de esa región y además sus depósitos están cubiertos por el Banco Central Europeo".
Sobre el conflicto de las 35 horas animó al Gobierno central a que aclare el contenido de su misiva al TC para así confirmar "si como dijo el señor Moreno Bonilla se ha pedido que se retire la suspensión cautelar". Pase lo que pase cuando se resuelva el recurso de la Junta, la Administración autonómica no reducirá su plantilla ni las condiciones laborales de sus empleados, según adelantó Montero. De hecho, confirmó, "si no se levanta la suspensión del decreto de las 35 horas lo que haré al día siguiente será convocar a los sindicatos para analizar cómo hacer compatible el nuevo escenario, acatándolo, con que no se despida ni a un empleado".
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