Andalucía

UGT: Fallece una persona en accidente laboral cada dos semanas

Donde hasta primeros de octubre ha muerto un trabajador cada dos semanas, hasta sumar 87, de los que diez han sido in itinere

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  • Jornada laboral -

La Federación de Industria, Construcción y Agro de UGT-A ha dado hoy la voz de alarma ante el aumento de la siniestralidad laboral en Andalucía, donde hasta primeros de octubre ha muerto un trabajador cada dos semanas, hasta sumar 87, de los que diez han sido in itinere.

El secretario general de Fica-UGT-A, Manuel Jiménez, ha presentado hoy, en rueda de prensa, los datos de siniestralidad de enero a agosto, y ha llamado la atención sobre el incremento de los accidentes mortales en el sector agrario, del 88 % respecto al mismo período de 2016, registrando hasta agosto quince fallecidos.

Según los datos provisionales de la UGT-A, desde enero a agosto se han producido en Andalucía 58.104 accidentes laborales, un ocho por ciento más que en el mismo período de 2016, y el índice de incidencia se ha situado en 319,6 por cada 100.000 trabajadores.

Del total de accidentes contabilizados de enero a agosto en la comunidad andaluza, 648 fueron graves, un 19 % más; 57.384 fueron leves, un 8 %, y 72 mortales, un 33 % más.

Además de la fuerte subida de los accidentes mortales, también se ha producido un notable aumento de los graves hasta el punto de que se registran de media dos siniestros graves por semana.

El sector servicios es el que acapara el mayor número de accidentes (34.605) al ser el que cuenta con más trabajadores y también es el que más mortales y graves registra, con 36 y 340 respectivamente.

No obstante, el mayor incremento de fallecidos se ha dado en el sector agrario, del 88 %, donde quince personas han perdido la vida en los ocho primeros meses, y se han contabilizado 112 siniestros graves, un 33 % que en los mismos meses de 2016.

En el sector industrial han perdido la vida once trabajadores de enero a agosto, un 57 % más, y 96 personas han sufrido accidentes graves, en tanto que en la construcción han fallecido diez personas, un 25 % más, y cien han sufrido heridas graves, según la evolución de la siniestralidad con baja en Andalucía elaborada por UGT.

Estos datos reflejan una situación de "alarma seria, que supone una "lacra silenciosa" porque la siniestralidad laboral se ha "convertido en una rutina como los accidentes de tráfico", ha lamentado Manuel Jiménez.

Ha achacado la alta siniestralidad a la precariedad laboral derivada de la reforma laboral y a la falta de medidas preventivas por parte de las administraciones y los empresarios, por lo que ha reclamado un plan de choque que "duplique o triplique" los medios.

En este sentido, ha considerado insignificante los veintidós técnicos en prevención con los que cuenta la Junta para hacer una labor preventiva en las empresas, así como el déficit de inspectores y la falta de cultura preventiva en los empresarios.

Especialmente preocupante, según el dirigente de FICA, es la siniestralidad en el sector agrario al tratarse de una actividad en la que no existe formación en prevención y la mayor parte del empleo es estacional.

Jiménez ha reivindicado una tarjeta profesional en el sector agraria, al igual que existe en la construcción, que capacita para trabajar con una formación mínima en seguridad y salud laboral.

También ha expuesto su preocupación por la situación de las enfermedades profesionales debido a su escaso reconocimiento, ya que en Andalucía la relación es de una enfermedad por cada 3.900 afiliados a la Seguridad Social cuando la media nacional es de una por cada 1.042, y en Navarra la ratio es por cada 236.

Ha denunciado el brote de silicosis que se está produciendo en algunas zonas de Andalucía donde se produjo hace unos diez años el boom inmobiliario, como en el litoral y no se está reconociendo porque es una enfermedad vinculada con la minería del carbón.

Sin embargo, también la provoca trabajar con materiales que llevan en su composición cuarzo como algunos de la construcción, donde en los años de bonanza ocupó en Andalucía a más de 500.000 personas y ahora está dando la cara y provocando la muerte de personas, algunas de ellas jóvenes.

Por ello, ha pedido centros especializados y unidades de salud laboral para detectar las enfermedades profesionales.

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