Arranca el nuevo curso político y la Consejería de Cultura y Adepa aún no han logrado cerrar el acuerdo para la rehabilitación de las Reales Atarazanas, del que tan sólo falta la firma. La incorporación de La Caixa a última hora en el convenio retrasó la rúbrica, prevista en julio, a inicios de septiembre. Pero los tiempos judiciales corren y Adepa, sin noticias al respecto tras la vuelta de las vacaciones de agosto, ha recordado a la Junta -propietaria de los antiguos astilleros medievales- que restan menos de diez días para que finalice la prórroga que solicitaron al juez para poder retrasar el inicio de la vista contra la licencia de obras interpuesta por los conservacionistas.
“Consideramos que se había llegado a consenso para la rehabilitación del monumento, pero lo cierto es que a día de hoy nadie se ha puesto en contacto con nosotros para decirnos ni cómo ni cuándo se producirá la firma y si La Caixa ha aceptado los términos de las modificaciones”, ha señalado a este periódico Joaquín Egea, presidente de Adepa. “Tampoco sabemos si, llegado el caso, se podría pedir otra prórroga judicial y si se aceptaría”, añade.
Todas las partes
La idea, según explicó la Junta a finales de julio, era la de trasladar el documento consensuado a La Caixa para que sus servicios jurídicos lo estudiasen durante agosto, ya que, como “responsable de la ejecución del proyecto”, cualquier modificación del mismo “debía ser puesta en su conocimiento”.
La entidad bancaria, que se ocupará también de la gestión del futuro nuevo centro cultural, ha comprometido para su edificación 15 millones de euros. Hasta julio nunca había tomado cartas en el asunto, manteniénsose al margen durante los más de nueve meses que han durado las negociaciones entre la Junta y Adepa, actuando de la misma manera en el proceso judicial que hay abierto desde mayo de 2016 contra la licencia de obras.
Los pasos
Una vez que el acuerdo sea firmado, podrá cerrarse la batalla en los tribunales y comenzar las obras. El consejero de Cultura, Miguel Ángel Vázquez, señalaba en julio que, si se lograba “armonizar la posición de las tres partes involucradas”, los trabajos podrían iniciarse “a mitad de 2018”. Todo ello tras el visto bueno de la comisión provincial de Patrimonio y de que Urbanismo otorgue una nueva licencia.
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