Málaga

Una fumigación pone en alerta a las colonias gatunas

Desde el Ayuntamiento de Benalmádena descartan riesgos para los felinos de mayor edad

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  • Colonia de gatos. -
  • Desde el Ayuntamiento de Benalmádena descartan riesgos para los felinos de mayor edad

Las colonias de gatos en Benalmádena están en alerta. Hoy miércoles está prevista la fumigación del Residencial Madrid de la localidad lo que ha puesto en jaque a los animalistas del lugar ya que temen que sus vecinos gatunos puedan verse afectados. Según la vicepresidenta del Grupo Animalista Benalmádena, Cruz López, tras una reunión mantenida en la jornada de ayer  en el Consistorio supuestamente esa fumigación no es nociva para los gatos adultos aunque si puede afectar a las crías”. Por esta razón,  su actividad consistirá en  “espantar a los gatos a los de la zona implicada y custodiar a las madres con la crías que estarán protegidas en casa de acogidas para gatos”.
López afirma que “tenemos que darnos prisa en llegar antes que los operarios del Ayuntamiento porque si no, ellos los llevarán a la perrera donde serán sacrificados, porque para este alcalde las personas están por encima de los animales”. La técnica veterinaria municipales explicó en el citado encuentro que el propio olor de la fumigación los animales se alejarán al menos un día.
Desde el grupo animalista, que pedía que se paralizaran las tareas de fumigación hasta que los gatos de la urbanización estuvieran a salvo, esperaran que los posibles problemas de esa desinfección pueda solucionar de la mejor manera para animales y personas”, ya que además, apuntan que Benalmádena es municipio de ‘Sacrificio O’ desde hace unos meses.
Esta asociación en defensa de los animales no tiene cifrada exactamente colonias ya que una ‘población’ que fluctúa  mucho, entre otras osas porque la presencia de cuidadores es el atractivo perfecto para estos animales. Estas personas se encargan de alimentar a los gatos ferales, es decir,  aquellos que tiene relación con los humanos pero no están domesticad. Estos ciudadanos  no deben actuar libremente sino que tienen que seguir unas normas como, por ejemplo, que la comida siempre tiene que servirse en cacharros y siempre debe ser pienso y no restos de comida casera porque esto puede favorecer la aparición de ratas.  “Lo ideal-  explica Cruz López – sería que esas personas también se encargaran de la castración pero entendemos que el precio es muy caro, por eso estamos intentando que en los presupuestos generales del municipio  de 2018 se reserve una partida presupuestaria para realizar en el pueblo  una campaña de castración”.

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