Son 13 minutos de video, se llama Lolo y lleva varios años trabajando como vendedor ambulante en las playas de Cádiz. Está en situación de desempleo, su madre está enferma con fibromialgia y su padre tiene más de 60 años y le es muy complicado encontrar empleo. Ha subido un video a su cuenta de youtube para hacer una denuncia social después de que le hayan dejado fuera este año en la selección de personas para la venta ambulante cuando cumple, según explica, con los requisitos que se solicitan desde el Ayuntamiento.
En primer lugar cuenta con el mínimo que se pide de puntuación, un 2,2 . Lleva un año de paro y tiene 0,5 puntos por antigüedad. El problema surge cuando al cambiar la actividad de la venta de patatas a latas ya no le puntúan la antigüedad, cuando “en las bases no pone en ningún sitio que si se hace un cambio de actividad en la venta ambulante te quitan la antigüedad”. Asimismo, aclara que ha presentado dos alegaciones en el Ayuntamiento y una en la Subdelegación del Gobierno a este respecto. A su juicio, es “ilegal”.
También critica el baremo de puntuación donde además del paro y la antigüedad puntúa el hecho de que seas autónomo. Es decir, “por ser autónomo tienes más puntuación que si estás parado”.
Dentrp de esas irregularidades, incluye una serie de denuncias que van desde que se pida la vida laboral, cuando hay gente que “trabaja en la empresa de limpieza de Cádiz o que están calificados como discapacitados, trabajando para empresas de personas con discapacidad que se suponen que tienen dolores de espalda y corren con la nevera con 200 latas más que otros”.
En el video ha denunciado la falta de respuesta de la asistenta social, que después de negarle la licencia, “me mandaron para la Cuesta de Las Calesas (Fomento) y no me quisieron atender. Se han pasado la bola”. Además, insiste que hay gente que sólo vende los fines de semana o que se empadrona en Cádiz en la temporada de verano para tener la licencia. Entre su ristra de denuncias se incluye que haya personas que no acudan con la nevera como estipula la ordenanza, de color blanca; así como otros no respeten las normas higiénico sanitarias y “se meen encima”. Criticó la postura municipal de dar licencia a gente que no la tuvieron pero que la liaron en el Pleno municipal.
Su intención de tener esta fuente de ingresos es poder optar a un curso para abrir su negocio, para el que “le pagaría las tasas y licencias al Ayuntamiento” y si va bien podría fomentar la contratación.
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