El Ayuntamiento de Sevilla, a través de la Gerencia de Urbanismo, ha iniciado una intervención urgente de conservación y restauración en el tramo de muralla almohade de la ciudad que se conserva desde el arco de la Macarena, hasta la Iglesia de San Hermenegildo, con los objetivos de frenar la progresiva descohesión y disgregación del material constructivo.
La última intervención acometida en este tramo de muralla data del mandato 2007-2011, cuando se culminó una cuantiosa inversión "que no ha tenido continuidad ni se ha diseñado intervención o programa de mantenimiento alguno en los cuatro años siguientes", según el actual Gobierno local socialista. En concreto, la muralla fue objeto entonces de una actuación adjudicada por más de 1,35 millones de euros a la empresa Construcciones Sanor.
La planificación actual se desarrolla a través de toda la superficie de esta muralla de 1.002 metros de extensión, eliminando la presencia de diferentes tipos de especies vegetales que han surgido durante este periodo, como palmeras, acebuches, eucaliptos o matorrales, que han venido provocando fisuras, agrietamientos y desplazamientos en el monumento, con el consecuente riesgo de desprendimiento.
Para ello, se aplicará un tratamiento biocida para el control microbiológico de líquenes, bacterias, hongos y algas, así como plantas vasculares. De este modo, se pretende destruir la vegetación en sus propias raíces, que son las que la principal amenaza para la piedra. Una vez secas las plantas y retiradas, se coserán las fracturas y fragmentos con peligro de desprendimiento.
Por último, se aplicará un tratamiento de consolidación de las superficies a unir. El proyecto redactado incluye también la reparación de la almena cuyo alfeizar se ha desplazado por la acción de las raíces de un árbol.
INSPECCIONES PERIÓDICAS
Finalizada la actuación de urgencia, se procederá a la apertura de un periodo de inspecciones periódicas que comprueben la efectividad de los tratamientos aplicados, así como comprobaciones extraordinarias en fechas destacadas, como es el caso de la Semana Santa. Paralelamente, se están realizando labores de limpieza ejecutadas por un equipo de restauradores especializados a través de tratamiento especialmente sensibles con las características físicas del material constitutivo (bronce, piedra, ladrillo, cerámica, etc). Estos trabajos no sólo serán correctores, sino también, preventivos, pues contemplan la aplicación de tratamientos aislantes que faciliten futuras actuaciones ante cualquier tipo de circunstancia.
La concejal delegada del distrito Macarena, Clara Macías, ha destacado que esta actuación y la peatonalización del entorno de la Basílica de la Macarena "manifiestan el compromiso del Gobierno de la ciudad con la recuperación y puesta en valor de su patrimonio" facilitando además "nuevos impulsos y alicientes para los sevillanos y para quienes vienen de fuera para visitarnos". La potenciación del turismo en esta zona de Sevilla es para la delegada "una buena noticia para toda la ciudad y para estos barrios en particular, puesto que son escasos los atractivos que se pueden conocer y visitar".
Este proyecto cuenta con la aprobación de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de la Delegación Territorial de Educación, Cultura y Deportes en Sevilla. De forma más detallada, Los trabajos han sido adjudicados por 16.284 euros a la entidad Dédalo Bienes Culturales, empresa especializada en restauración de bienes patrimoniales. La actuación se ha retrasado algunas semanas por cuestiones relacionadas con la protección del medio ambiente ya resueltas y el plazo de ejecución estimado concluye en octubre de 2016.
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