La Asamblea Nacional Popular de China (Legislativo) aprobó este domingo el fin de la política del "hijo único", al permitir a todas las parejas del país tener dos descendientes, una decisión que entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2016.
Los legisladores chinos dieron el visto bueno a una enmienda a la Ley de Población y Planificación Familiar que cierra más de tres décadas de una estricta y controvertida política demográfica en el país más poblado del mundo.
El máximo órgano legislativo chino ratificó al cierre de su sesión bimensual la decisión adoptada por el Partido Comunista de China (PCCh) el pasado 29 de octubre, cuando se anunció la histórica medida.
La política del "hijo único" ya fue relajada en diciembre de 2013 con una ampliación del número de excepciones en las que una pareja podía tener un segundo vástago, por lo que la enmienda de hoy supone un paso más en esa tendencia.
El régimen comunista puso en marcha esa política en 1979 para reducir los problemas de superpoblación del país y desde entonces ha tenido diferentes periodos de aplicación más o menos laxa.
Los expertos estiman que como consecuencia de esa estricta legislación se han evitado unos 400 millones de nacimientos en China, que actualmente cuenta con algo más de 1.300 millones de habitantes, aunque también ha propiciado un envejecimiento de la población.
El Gobierno chino siempre defendió que restringir a un solo hijo la descendencia de las parejas hizo posible el desarrollo económico del país y la salida de la pobreza de millones de personas.
Sin embargo, esa política ha provocado múltiples abortos forzados, ha privado de educación o sanidad a "segundos" o "terceros" hijos y hasta confinamientos en cárceles no oficiales para los progenitores que la incumplían, según las denuncias de personas que tuvieron más de un descendiente.
Por otra parte, tamibén se aprobó la primera ley antiterrorista de la historia del país, un controvertido texto que da amplias competencias al Gobierno.
Además, esta nueva legislación impone destacadas restricciones a la forma en que se podrá informar en el gigante asiático sobre ataques terroristas.
La ley fue aprobada por el Comité Permanente de la Asamblea al cierre de su sesión bimensual, una vez completada esta semana la tercera revisión del borrador.
Hasta hoy, China no tenía una legislación específica para la lucha contra el terrorismo, que dependía de normativas como la Ley Criminal o la Ley de Respuesta de Emergencia.
La aprobación de esta norma llega en un momento de creciente preocupación ante este fenómeno, tras los atentados de París del pasado mes de noviembre, el derribo de un avión comercial ruso en la península del Sinaí de octubre o los asesinatos cometidos por el grupo terrorista yihadista Estado Islámico (EI).
Varios ciudadanos chinos, de hecho, han sido víctimas directas del terrorismo internacional, como Fan Jinghui, secuestrado por el EI en Siria y posteriormente asesinado, o los tres directivos de una empresa de ferrocarriles que fallecieron en el ataque yihadista a un hotel en Bamako de noviembre.
Además, el Gobierno chino vincula con grupos yihadistas extranjeros los ataques registrados en la región de Xinjiang (noroeste), hogar de la minoría étnica musulmana uigur.
Sin embargo, grupos de uigures en el exilio denuncian que la violencia que sufre esa región es fruto de la represión del Gobierno sobre esa minoría, así como de las tensiones étnicas con la etnia han, la mayoritaria en el país.
Países como Estados Unidos han mostrado públicamente su preocupación por esta ley antiterrorista y su presidente, Barack Obama, así se lo manifestó a su homólogo chino, Xi Jinping, en uno de sus últimos encuentros.
Asimismo, la primera ley de violencia doméstica del país, tras un largo proceso de deliberación en el que finalmente se incluyeron los abusos psicológicos, además de los físicos.
En lo que se considera un histórico avance en materia de igualdad, el Comité Permanente de la ANP dio luz verde por amplia mayoría a ley al término de una sesión bimensual en la que también se aprobaron la enmienda que pone fin a la política del "hijo único" o la primera ley antiterrorista china.
"El país prohíbe toda forma de violencia doméstica", se lee en el texto de la nueva ley difundido por la agencia oficial Xinha.
La violencia doméstica queda definida en esta normativa como "daño físico, psicológico o de otro tipo" y se contemplan como manifestaciones de ese abuso tanto los golpes, las heridas o las restricciones al movimiento como las amenazas o los insultos.
Además, la nueva ley acelera el procedimiento administrativo para obtener órdenes de alejamiento.
Los órganos legislativos llevaban años debatiendo una legislación específica sobre la violencia doméstica, un fenómeno que fue tabú en el país durante décadas.
Algunas prominentes resoluciones judiciales han contribuido a sacar a la luz esa forma de violencia y a que las mujeres chinas pierdan el miedo a denunciar esas situaciones.
El pasado abril, por ejemplo, un tribunal chino suspendió la condena a pena de muerte a una mujer maltratada que mató a su marido, lo que equivale a cadena perpetua en la práctica.
En un primer juicio, el tribunal no tuvo en cuenta la violencia doméstica sufrida por Li Yan y la sentenció a pena de muerte, si bien la protesta de cerca de 400 abogados del país y de organizaciones internacionales provocaron que el Tribunal Supremo de China revocara la decisión y pidiera la celebración de un segundo juicio, en el que la pena fue reducida.
Según datos de la Academia China de Ciencias Sociales, un tercio de las mujeres chinas sufre violencia física, psicológica o sexual, mientras que la Federación de Mujeres del país recibe anualmente cerca de 50.000 denuncias por violencia machista.
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