Jerez

El PA pone punto y final a un relato batallador

Este sábado se celebró el congreso que pone punto y final a los más de 40 años de historia del PA, una formación que supo hundir sus raíces en nuestra provincia, desde la que contribuyó a sus años de esplendor

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  • En Almería, 1990

Este sábado 12 de septiembre se ha cerrado una importante etapa en la historia del andalucismo. La localidad malagueña de Torremolinos ha acogido el XVII Congreso Nacional que se ha convocado para disolver el Partido Andalucista (PA), principal instrumento político e institucional del andalucismo en los últimos 40 años.
Figuras históricas del partido, como sus fundadores, Alejandro Rojas Marcos, Luis Uruñuela y Miguel Ángel Arredonda,  y otros dirigentes como Antonio Ortega y Diego de los Santos, elaboraron el pasado mes de julio un documento en el que reflexionaban sobre la situación actual de PA y pedían su disolución “por dignidad”.
Ayer se materializó esa disolución. Los históricos y el propio secretario general del PA, Antonio Jesús Ruiz, entienden que los resultados electorales obtenidos en las  autonómicas y municipales, así como “la falta de conciencia de pueblo que tiene el pueblo andaluz”, han hecho que sus dirigentes opten por disolver las estructuras del partido.
No obstante, han apuntado que se seguirá manteniendo una mínima estructura administrativa para dar cobertura a los que aún siguen desempeñando cargos públicos en las instituciones por el PA.
En una entrevista ofrecida a Información, el secretario general del PA, Antonio Jesús Ruiz, ha lanzado un mensaje de tranquilidad al electorado andalucista que votó por esta opción política en las municipales: “Los que votaron al PA en las municipales y tienen representantes, los tendrán con todas las garantías, continúan con todos sus derechos como cargos públicos”.
Ruiz ha declarado que “ahora el PA no es una herramienta útil para los andaluces, y por desgracia el pueblo andaluz no pinta nada ni en las instituciones del Estado, ni en Europa”. E insiste en que el “problema del Estado” es Cataluña, “y pronto País Vasco, Navarra, Valencia...”. Y sentencia que “Andalucía tiene el récord del paro del Estado y de Europa y no pasa nada”.
El sentir mayoritario dentro del PA es que el partido “debe morir”. Recientemente, en declaraciones a la prensa, Ruiz se mostraba confiado de que “más pronto que tarde una plataforma o fuerza política" nacerá para seguir defendiendo el andalucismo.
Y afirmaba que “el andalucismo es anterior al PA y seguirá siento posterior” a este.

El legado andalucista
Un proyecto nació hace 40 años para crear un “poder andaluz” sólido para una Andalucía con identidad nacional, dentro del conjunto del Estado español.
Fruto de ese propósito de los andalucistas fue el Estatuto de Autonomía. “Andalucía es Nacionalidad Histórica gracias al trabajo del Grupo Parlamentario Andalucista en el Congreso de los Diputados entre 1979 y 1993”, apunta Ruiz.
Pero no ha habido reciprocidad. Afirman que “falta conciencia de pueblo” entre los andaluces.
La última encuesta del Estudio General de Opinión Pública de Andalucía, EGOPA, de la Universidad de Granada revela que algo más del 10 % de los andaluces se siente solo andaluz o más que español. Un dato que desde el PA valoran como “un segmento muy importante de andaluces y andaluzas”, aunque entienden que el problema radica en que “no ven al PA como un isntrumento útil para Andalucía”.
Los resultados electorales de las autonómicas de marzo son demoledores: el PA no obtuvo representación parlamentaria, siendo arrastrado hasta un séptimo puesto en número de votos, por detrás de Ciudadanos (C’s), Izquierda Unida (IU)  y Unión, Progreso y Democracia (UPyD).

La “anestesia” andaluza
Los llamados nacionalismos históricos han arraigado con más o menos éxito en el País Vasco, Cataluña y Galicia. Aquellas fueron las comunidades que, durante la Transición, accedieron a su autonomía por medio del artículo 151, el que proveía mecanismos de acceso rápido a las autonomías a aquellas nacionalidades que en la II República y antes de la llegada de la dictadura, ya habían plebiscitado ser autónomas dentro del Estado.
Ese fue también el caso de Andalucía, aunque su trayectoria en la democracia no ha sido la de tener una corriente política nacionalista al nivel del País Vasco, Cataluña o Galicia, donde los partidos nacionalistas barren en muchas ocasiones al bipartidismo, y son una de las primeras opciones políticas del electorado.
Para Ruiz, el Partido Socialista, que lleva gobernando Andalucía desde la llegada de la democracia, “ha venido anestesiando la capacidad de Andalucía de creer en sí misma”. Y detalla que hace unos años se conmemoraba el centenario de Blas Infante “con toda pompa y boato, y este año nadie del PSOE ni del Gobierno andaluz ha acudido al homenaje en el km 4 de la carretera de Carmona”, lugar donde fue fusilado el llamado padre de la patria andaluza, Blas Infante.

Los años dorados
Sin embargo,  el andalucismo vivió una época en la que tenía peso en la política local, autonómica y nacional.
Aquellos años, entre la década de los 80 y hasta mediados de los 90, un reputado Alejandro Rojas-Marcos, representaba al andalucismo en el Congreso de los Diputados, por Cádiz en su primera Legislatura, y por Sevilla en la segunda, para pasar a ser luego diputado en el Parlamento Andaluz.
Una época dorada para el PA que, según su actual secretario general, se debe “sobre todo a los que han encabezado las listas”. Tanto el auge como la pérdida de apoyos “se ha debido a los candidatos” y en los últimos años “el PA no ha sumado con nuestras candidaturas”.
La disolución del PA deja ahora abierta la puerta a un nuevo movimiento que encarne con fuerza el andalucismo, bajo la tésis de que algo tiene que morir para que algo nuevo y mejor renazca de las cenizas.

Una historia agridulce: del éxito a la caída del PA

El Partido Andalucista nació en 1979 fundado por Alejandro Rojas Marcos, Luis Uruñuela y Miguel Ángel Arredonda, sobre un grupo político anterior, Compromiso Político de Andalucía (1965).
En 1971 pasó a llamarse Alianza Socialista de Andalucía, para adoptar en 1979 el nombre de PSA-Partido Andaluz. Su nombre actual, Partido Andalucista, lo adquirió en 1984.
Además de los cambios de denominación, el partido también ha sufrido escisiones, como las del que fuera alcalde de Jerez, Pedro Pacheco, que se separó del PA para fundar el Partido Andaluz del Progreso en 1996. Más adelante fundó el PSA, y en 2011, fundo el partido local Foro Ciudadano de Jerez.
De las filas del PA han salido tres diputados al Congreso: Alejandro Rojas-Marcos (abril 1979-febrero 1980), Miguel Ángel Arredonda (febrero 1980-junio 1982), Juan Carlos Aguilar (junio 1982-dic. 1982). También eran andalucistas cuatro consejeros de la Junta: Antonio Ortega (abril 1996-abril 2004), José Núñez (abril 1996-abril 2000), José Antonio Hurtado(abril 2000-febrero 2002), Juan Ortega  (febrero 2002-abril 2004). Sevilla,  Jerez y otras grandes ciudades andaluzas también tuvieron alcaldes andalucistas entre los 80 y principios del siglo XXI.

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