Veinticuatro horas después del accidente y con el susto aún en el cuerpo, los padres de Alex, el niño de diez años que el pasado miércoles se cayó de un columpio que se rompió mientras se balanceaba en el parque de Campamento, han levantado el hacha de guerra.
“Esto no puede volver a pasar”, afirmaba ayer contundente su madre, María del Mar García. Con la indignación comprensible después de haber llegado incluso a temer que su pequeño tenía una vértebra rota (dolencia que fue descartada tras hacerle un TAC en el Hospital de La Línea donde fue trasladado en ambulancia), ha decidido no quedarse cruzada de brazos. “Todo el mundo se lava las manos y yo voy a luchar para que no sea así. Mi intención es que nadie pueda lavase las manos, como hasta ahora”.
“No fue vandalismo”
Se mostraba indignada leyendo las declaraciones del concejal de Parques, José Vera, que aunque se había mostrado preocupado por el estado de salud del pequeño, había indicado a VIVA que faltaban cuatro tornillos y que todo parecía indicar que el incidente había sido fruto de un acto de vandalismo. “Él ni siquiera sabe lo que pasó. Fue al parque cuando ya todo había pasado. Antes que él estuvieron los policías y se llevaron los tornillos”.
Además, según María del Mar, “hacía dos semanas que faltaban varios de los tornillos. Uno de los columpios tenía dos menos de los que debería. Y al que se subió mi hijo, le faltaba solo uno”.
Pero lo peor para esta madre, es que asegura que vecinos de la zona, usuarios del parque, situado próximo al colegio Santa Rita, habían comunicado al Ayuntamiento el deterioro de la zona infantil. “Ahora dicen que no tenían constancia alguna de esa reclamación”, lamentaba María del Mar.
Denuncia
Por todo ello, ayer presentó un escrito en el Registro de Entrada del Ayuntamiento en el que reclama “daños y perjuicios” por el incidente y las consecuencias que ha tenido en su hijo, como “contusiones, morados y pesadillas nocturnas”, además del gran susto y el reposo absoluto que tiene que guardar un par de días.
La madre del niño acudió también al Juzgado Mixto Número 2 de San Roque, donde presentó un “acta de denuncia verbal”, acompañada por el parte médico de Urgencias del Hospital de La Línea. Además de relatar los hechos sucedidos, aceptó la posibilidad de personarse como parte en el procedimiento, tal y como recoge el artículo 109 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, reclamando “por las lesiones sufridas por su hijo a raíz de la caída” del columpio que, tras romperse, lo hizo “volar” y caer estampado contra el suelo.
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