La canciller alemana, Angela Merkel, apostó hoy por movilizar la inversión privada como vía para impulsar el crecimiento económico en el país, ante la complicada coyuntura internacional.
En su vídeo semanal sobre cuestiones de actualidad, Merkel avanza el mensaje que lanzará a la plana mayor de la industria alemana, que se reúne el martes en Berlín mientras se suceden los informes que recortan las previsiones de crecimiento del país para el próximo año.
"Creo que no debemos ver las cosas demasiado mal, pero sí estar atentos", subraya la canciller, que reconoce el "difícil" contexto internacional.
Su receta es contar un presupuesto "sólido" y "estimular" las inversiones en sectores clave, como las infraestructuras, el cambio energético o la agenda digital.
"El crecimiento se da especialmente cuando se invierte de verdad", recalca con la mirada puesta en los inversores privados.
La canciller reconoce la importancia de disponer del marco político adecuado para movilizar ese capital privado y explica que ya se están manteniendo negociaciones con representantes de distintos sectores, desde la fibra óptica, a las constructoras interesadas en las infraestructuras viarias.
Tras la aprobación de la reforma de las pensiones y de un salario mínimo en el país, promete a las empresas que no deben esperar más regulaciones desde el Gobierno.
Descarta así una de las iniciativas que la ministra de Trabajo, la socialdemócrata Andrea Nahles, avanzó para el año próximo: una ley anti-estrés para mejorar las condiciones laborales que, entre otras cuestiones, prohibiría el envío de correos electrónicos a los empleados en fin de semana.
"Soy muy crítica con una regulación anti-estrés", afirma Merkel, quien reitera que los ejes de la política económica de su gobierno de cara al futuro deben ser las inversiones, la investigación, la consolidación presupuestaria y la reducción de la burocracia.
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