La Hermandad de La Sed abría el Miércoles Santo sevillano mientras se levantaba la espesa niebla con la que ha amanecido la ciudad. Nervión entera se echaba a la calle para recibir al Santísimo Cristo de la Sed y a su madre, Nuestra Señora de Consolación, una hermandad que merece la pena ver a su paso por su barrio.
Del barrio torero de San Bernardo parte el Cristo de la Salud y María Santísima del Refugio, y poco después, desde la parroquia del Omnium Sanctorum El Carmen Doloroso para encarar por la calle Feria la carrera oficial.
Tras ellas, seis cofradías comienzan su estación de penitencia: de la iglesia de San Antonio saldrá El Buen Fin; de la de San Martín, La Lanzada; de la capilla de la Piedad, en pleno Arenal y con el coso de la Maestranza como protagonista, El Baratillo; la sobriedad de Las Siete Palabras de la parroquia de San Vicentro; el estremecedor Cristo de Burgos, de la parroquia de San Pedro; y por último, Los Panaderos de la capilla de San Andrés.
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