Es lo que tiene investigar. Que al final, siempre, algo se descubre. En este caso, todo nace de las pesquisas judiciales sobre las cuentas paralelas del PP. Entre los empresarios señalados como benefactores de los populares estaba Juan Miguel Villar, dueño de Fertiberia, que en su declaración del 27 de mayo ante el juez Pablo Ruz, dijo que no había dado donativos al PP, pero sí a CCOO y a UGT, algo que el empresario ha demostrado documentalmente, y que los sindicatos, después de una pataleta inicial, han acabado reconociendo.
Diez años de pago a las secciones de Fertiberia de estas fuerzas sindicales. A nivel nacional, los líderes de estas secciones lo han acabado reconociendo, pero a nivel local alguno tendrá que salir a la palestra. Así lo asegura Mesa de la Ría (MRH), colectivo ciudadano con representación municipal, que este domingo, a través de un comunicado ha mostrado su “exigencia” para que los representantes onubenses de sendas fuerzas sindicales “detallen las donaciones recibidas de Villar Mir”. Asimismo , MRH lamenta “la complicidad de los sindicatos con el problema de los fosfoyesos de Fertiberia”.
El comunicado expresa que “ante las revelaciones sobre las ayudas que Juan Miguel Villar Mir ha venido concediendo a la Federación de Industrias Textil, Piel, Químicas y Afines de CCOO (Fiteqa-CCOO) y a la Federación de Industrias y Trabajos Agrarios de UGT (Fitag-UGT), concretamente a las secciones sindicales de Fertiberia”, Mesa de la Ría exige a las secciones onubenses de los sindicatos “que se quiten la máscara y que expliquen públicamente el porqué de esas ayudas y en qué medida han servido para que ambos sindicatos no levantaran la voz en ningún momento sobre el gravísimo problema de los fosfoyesos en Huelva”. Para el colectivo social y ecologista, las donaciones, reconocidas por carta por el secretario general de Fiteqa-CCOO, José Luis Montesinos, así como por Antonio Deusa, secretario general de Fitag-UGT, “ponen de manifiesto que los sindicatos prefirieron vender su voluntad que colaborar activamente en solucionar la catástrofe medioambiental que la empresa de Villar Mir ha generado en las marismas onubenses”.
En esta misma línea, Mesa de la Ría asegura que este hecho “era una sospecha antigua de la Mesa de la Ría. Pensábamos que aquellos sindicalistas que han sido los grandes defensores de Fertiberia y de los vertidos de fosfoyesos en nuestras marismas, y que anteponían los intereses de la patronal a la de sus trabajadores y a Huelva, pudieran estar recibiendo algún tipo de compensación económica por ello”.
Para Mesa de la Ría, este hecho “da muestra de la razón por la que CCOO Huelva guardara silencio en lo que se refiere a los fosfoyesos, a pesar de ser un gran defensor medioambiental en los foros nacionales e internacionales, dando muestra de un cinismo intolerable, y de una práctica que se aleja demasiado del verdadero cometido de los sindicatos, doblegándose a la empresa de una forma, cuanto menos, inmoral”. “El caso de UGT Huelva”, sigue el comunicado, “es más claro, por haber sido el gran defensor de la actividad contaminante de Fertiberia y de los vertidos de fosfoyesos, mirando más por los intereses de quien pagaba estos donativos, que por los del entorno de la ría de Huelva y de quienes vivimos aquí”.
Ante esto, CCOO y UGT “quedan señalados legal y moralmente, y deberían dar explicaciones a la sociedad en general y a la onubense en particular sobre qué les llevo a aceptar los repetidos donativos de la empresa de Villar Mir”.
Por último, Mesa de la Ría lamenta que tanto CCOO como UGT “han tenido que reconocer la existencia de esos donativos y rendirse a una evidencia que desnuda las obscenas prácticas llevadas a cabo por ambos sindicatos, y que los hace cómplices al haber aceptado el soborno de una empresa que ha destrozado buena parte del medio ambiente de la capital onubense”.
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