El jurado popular encargado de emitir un veredicto sobre el hombre de 30 años acusado de asesinar a su mujer de 29 años en un camino de Córdoba junto al río Guadalquivir, el 15 de mayo de 2011, ha considerado probado por unanimidad que el encartado es el autor de los hechos.
En su deliberación, leída hoy en la sala de vistas de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Córdoba, los componentes del jurado han llegado a la conclusión de que el acusado fue el autor del crimen basándose en diferentes pruebas periciales, fundamentalmente los dos trozos de guantes de látex encontrados en el lugar que contenían restos de sangre de la víctima y restos de ADN, tanto de la fallecida como del encartado.
A juicio del jurado, dicha prueba "demuestra" que el acusado estuvo en el lugar del asesinato y lo llevó a cabo.
En general, el jurado popular considera probado por unanimidad el relato de los hechos que el fiscal recoge en sus conclusiones provisionales.
El Ministerio Fiscal expone que el acusado comenzó a planificar con antelación la manera de poner fin a una situación "cada vez más insostenible" sobrevenida por el deterioro económico de la pareja, que seguía conviviendo, y por una relación sentimental paralela que mantenía el hombre.
La deliberación considera que el 15 de mayo el acusado le propuso a su mujer ir a cenar a un restaurante, aprovechando una tregua en las malas relaciones con su pareja, si bien antes de salir de casa cogió un par de guantes de látex y un cuchillo.
Tras la cena, el jurado admite que ambos salieron del restaurante y, tras circular un tiempo por la ciudad, se dirigieron en su coche hacia un camino de tierra que hay paralelo al río Guadalquivir y, sobre las 2.00 horas, salieron del vehículo.
En ese momento, aprovechó la oscuridad de la zona, un "lugar inhóspito con indefensa absoluta de la víctima", según el jurado, para asestarle de forma sorpresiva tres puñaladas, una de ellas mortal, e intentar degollarla.
El fiscal mantiene la petición de 20 años de cárcel por un delito de asesinato con los agravantes de alevosía, aprovechamiento de lugar y tiempo y parentesco, a los que se adhiere la acusación particular, la Abogacía del Estado y de la Junta de Andalucía.
Por su parte, el abogado de la defensa ha mostrado su intención de presentar un recurso de apelación.
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