Las temperaturas se disparan en Andalucía y con ellas y especialmente este año, las quejas de la comunidad educativa ante el calor en las aulas, que dificulta hasta lo imposible el ejercicio de la enseñanza y el aprendizaje.
Seamos honestos: ¿Quién puede concentrarse en un aula con treinta personas y más de 30 grados de temperatura? Las AMPAS piden soluciones efectivas e inmediatas, y eso pasa, argumentan no sin cierta razón, por instalar aires acondicionados en cada aula.
Como ecologista preocupada por el cambio climático me inquieta que hayamos llegado a esta situación. Y me parece increíble que en Andalucía, con un acervo de siglos de arquitectura bioclimática, nos encontremos hoy día en este punto, con cientos, miles, millones de edificios que sin aire acondicionado son prácticamente inhabitables en verano. ¿Qué ha pasado? ¿Cómo hemos podido olvidar tanta cultura en tan poco tiempo?
Espacios de recreo degradados, con la tierra erosionada, cubiertos de rastrojo, con tocones y alcorques vacíos. Patios de deportes bajo un sol inclemente, gradas sin sombra, cubiertas planas de atoba roja y paredes de ladrillo visto que llegan a 60 grados de temperatura, caldeando el interior del edificio. Ventanas al sur sin árboles que las sombreen...
Frente a este problema, que es acuciante durante algunos meses del año, pero que va mucho más allá, urge poner sobre la mesa la revegetación bioclimática. Como en todos los problemas complejos no existe una panacea, pero sí una gran variedad de soluciones adaptadas a cada caso. En colegios con techos planos, una cubierta vegetal tiene un efecto inmediato sobre la temperatura de las aulas. Revegetar una fachada de ladrillo visto que puede alcanzar hasta 60 grados supondría bajar esa temperatura a 21 ó 22 grados.
Árboles de gran porte de hoja caduca en puntos estratégicos, pérgolas verdes, ventilación cruzada, una gran olvidada de la arquitectura de estos tiempos... La revegetación bioclimática ofrece una batería de herramientas valiosísima para solucionar un problema acuciante y dotar a los centros educativos andaluces en peores condiciones de calidad ambiental y térmica, convirtiéndolos en lugares agradables, inteligentes, bellos, estimulantes, ricos en aprendizajes y experiencias...Espacios que los niños deseen reproducir cuando crezcan y en los que aprendan a enfrentarse al cambio climático, al que por desgracia van a tener que hacer frente.
Pero antes de ahondar en este fenómeno, colocando aparatos de aire acondicionado por doquier, desde EQUO creemos que existen otras soluciones a implementar por parte de la Consejería de Educación, que debería poner en marcha con carácter de urgencia un programa de revegetación bioclimática en colegios e institutos en una apuesta firme por seguir invirtiendo y mejorando la enseñanza pública. Una enseñanza y una educación que, como se demuestra en este caso, puede y debe ser también verde.
Valle Tello
Miembro de la Mesa de Coordinación de EQUO Sevilla
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es
