Andalucía más que verde

Diagnósis energética: ahorrando gracias a ciudades más eficientes

Una política energética adecuada no sólo redunda en un beneficio en el medio ambiente y respecto a los recursos finitos que solemos tratar como ilimitados

Una política energética adecuada no sólo redunda en un beneficio en el medio ambiente y respecto a los recursos finitos que solemos tratar como ilimitados, sino también en lo que a la ciudadanía le atañe más directamente: el bolsillo. Por ejemplo, un gesto tan sencillo como la correcta iluminación de una plaza de tamaño medio puede suponer un ahorro de 250 euros al año.

Y es que no somos conscientes, pero en nuestros pueblos y ciudades nos encontramos en demasiadas ocasiones con edificios públicos con una potencia contratada mayor a la necesaria, lámparas que fácilmente pueden sustituirse por otras más eficientes, o rincones sobreiluminados.

Claro que lo que llama la atención de nuestro vecino o vecina es lo contrario: la calle que está oscura y, por tanto, parece insegura. Es habitual –y comprensible- que entonces llegue una queja a la Concejalía de turno, reclamando una mayor iluminación. Lo que sin embargo no es tan usual es que esa misma queja llegue en caso contrario, cuando esta misma calle tiene una iluminación excesiva. Es en ese aspecto es en el que ahora tenemos que educar y concienciar a la ciudadanía.

Porque las ciudades más eficientes no son sólo ciudades más amables, en las que se vive mejor. También son ciudades en las que se invierte en energía lo justo, ni más ni menos, y por tanto en las que se pueden destinar mayores partidas a otros ámbitos, como gasto social, ayuda a las familias o cultura, por nombrar sólo algunos ejemplos.

Eso es lo que proponemos por ejemplo en Puerto Real, donde con el objetivo de buscar la eficiencia energética y el ahorro económico que la misma conlleva –y no olvidemos que hablamos del dinero de todos y todas-, el Ayuntamiento ha apostado por la diagnosis energética: la elaboración de un diagnóstico que permita conocer al detalle el gasto que la electricidad y el agua supone para las arcas públicas, al objeto de estudiarlo, adaptarlo a las necesidades reales en base a criterios de eficiencia y reducirlo a su coste necesario.

Lo estamos haciendo –en el proyecto ‘Luce Puerto Real’ trabaja desde hace meses personal de diferentes áreas del Ayuntamiento y la empresa pública GEN- con la participación de la ciudadanía, porque si no hay duda de que entre nuestros objetivos está el cuidado del entorno y hacernos más fuertes contra la amenaza del cambio climático, no es menos cierto que también buscamos especialmente mejorar la calidad de vida de nuestros vecinos y propiciar que paguen lo justo por estos servicios. La meta es transformar el ahorro en inversión, localizando dónde se producen los mayores consumos y qué aspectos influyen en el mismo, para lo cual se analizan los consumos en los distintos cuadros de alumbrado público, de todas las dependencias municipales y colegios públicos, ordenándolos de mayor a menor. Con este trabajo se obtienen una serie de indicadores que guían las actuaciones que supongan más ahorro y nos permitan ir actuando de forma ordenada y clara.

A la hora de elaborar este diagnóstico se tiene en cuenta la potencia contratada, que debe estar ajustada a la realidad del consumo; la energía reactiva en determinadas zonas; el estudio de las pólizas con consumo cero; o el análisis de los cuadros de alumbrado público, reduciendo la intensidad lumínica donde la misma sea excesiva o sustituyendo las lámparas por LED más eficientes.

Son muchos los factores que influyen en la elaboración de este diagnóstico y varias las medidas que se pueden adoptar para ajustar los desfases que encontremos tras el mismo, como la ya mencionada sustitución de lámparas, la instalación de baterías de condensadores que permiten eliminar el recargo generado por la energía reactiva, o el ajuste del encendido y apagado de las luminarias públicas a las necesidades reales, evitando de este modo el despilfarro.
Pequeños gestos que no sólo significan mucho para nuestro planeta, sino que también pueden suponer un ahorro importante que justifica sobradamente la inversión inicial. 

En Puerto Real lo creemos firmemente, aunque las políticas austericidas del Gobierno Central y su control sobre las cuentas municipales nos estén impidiendo poner en marcha todas estas medidas al ritmo que desearíamos. Una inversión de 2.600 euros en baterías de condensadores, por ejemplo, nos permitirían ahorrar un total de 15.000 euros en un año, aunque haya quien se niegue a ver esto cómo una inversión y lo siga considerando un gasto.

Cambiarán su punto de vista, porque tal y como se ha demostrado en muchas otras ocasiones –encontramos un ejemplo en la reciente retirada de los focos halógenos del mercado- hay cuestiones que caen por su propio peso. Hasta entonces nos enorgulleceremos de ser avanzadilla junto a esos otros municipios que han demostrado que se puede hacer mucho en materia de eficiencia energética, por el bien del futuro de nuestro planeta y del presente de nuestros vecinos y vecinas.

María Merello
Concejala de Medio Ambiente por EQUO en Puerto Real

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN