Alcalá la Real

Las aldeas vuelven a ser claves en la victoria del PSOE

Cerca de 2.000 de los algo más de 6.200 votos que suma el Partido Socialista proceden de las distintas aldeas de Alcalá; el 81% del incremento del voto socialista tiene su origen en el entorno rural de nuestro municipio

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Las aldeas siempre han jugado un papel determinante en la estrategia electoral del PSOE. La tradicional atención que se ha dado en las campañas del Partido Socialista a los núcleos rurales de nuestro municipio ha tenido, de forma casi incondicional y permanente, un retorno directo en el apoyo mayoritario de su electorado hacia esta formación. Hace cuatro años, en 2011, cuando este apoyo se vio mermado de forma significativa, el PSOE alcalaíno lo notó, con un resultado ajustado que a duras penas le permitió mantener la mayoría absoluta. ¿Qué ha cambiado en este 24 de mayo?

Si hacemos una comparativa, en 2011, del total de los 5.792 votos obtenidos por el PSOE en Alcalá, 1.574 procedían de las aldeas. Esto suponía el 27,17% del total y una merma importante respecto a anteriores comicios. Es precisamente este voto de las aldeas el que más ha crecido ahora, alcanzando los 1.927 votos, y un 30,90% del total, o lo que es lo mismo, un incremento de 3,73 puntos. Curiosamente, el voto urbano crece sólo ligeramente en términos absolutos, concretamente el PSOE sólo obtiene 80 votos más en el casco urbano, por lo que los 353 que incrementa en las aldeas, supone, de hecho, más del 81% del crecimiento en votos para el Partido Socialista alcalaíno.

El peso del voto rural para el Partido Popular es considerablemente menor y se sitúa apenas en el 18,25% frente al voto urbano, que ha vuelto a aportar, en esta ocasión, el 81,75% de los sufragios que ha obtenido el PP. Curiosamente, hay que llamar la atención sobre el hecho de que esta distribución apenas varía respecto a las elecciones de 2011, en que un 18,78% del voto del PP procedía del entorno rural y un 81,22% del urbano. Dado que el censo electoral de la población que reside en las aldeas supone sólo el 23,5% del total, el gran responsable de la significativa reducción de votos en el PP es, precisamente, este voto urbano, que se reduce en cerca de 580 papeletas.


Finalmente, Izquierda Unida experimenta casi el fenómeno inverso. Si en 2011 casi un 37% de sus votos procedían de las diferentes aldeas alcalaínas, en 2015, este porcentaje se ve reducido al 30,27%. Más curioso aún resulta constatar que, en números absolutos, IU obtuvo prácticamente la misma cifra de votos en 2011 (332) que en 2015 (336) en la suma de las aldeas. Tenemos, por tanto, que el crecimiento de Izquierda Unida se construye, mayoritariamente, con un voto urbano, muy probablemente, en su mayoría, procedente de ese amplio espectro de población que votó a Podemos hace solo dos meses, y que ahora no ha podido hacerlo, y se ha visto en la obligación de elegir entre lo que había.

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