Alcalá la Real

José Sánchez: "Los cristianos celebramos el acontecimiento más trascendental de la Historia"

Entrevistamos al pintor José Sánchez Jiménez, pregonero de la Semana Santa de Alcalá la Real 2015, quien nos habla sobre distintos aspectos relacionados con el mundo cofrade y, cómo no, la pintura, su gran pasión, además de facetas tal vez poco conocidas de si mismo

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  • Autorretrato de J. Sánchez.

Desde el pasado septiembre se conoció que Pepe Sánchez sería el pregonero de la Semana Santa de Alcalá 2015; seguramente hayan sido muchos los que se hayan sentido interesados por el origen de sus vínculos con el mundo cofrade. ¿Cómo y cuando nace esta relación?
     Creo que tengo muy poca relación con lo que llama "mundo cofrade" y, sinceramente, no me considero miembro perteneciente al mismo; lo contemplo y  observo desde fuera, en cuanto fenómeno social, cultural y, sobre todo, religioso, algo que, lógicamente, puede dar pie a reflexiones personales sobre ciertos planteamientos y actitudes. Otra cosa es que  exista muy buena amistad con personas o miembros muy concretos y determinados, o el realizar alguna colaboración puntual y esporádica, pero, como digo, eso no significa estar "vinculado al mundo cofrade".
  

Usted ha puesto su arte al servicio del mundo cofrade alcalaíno en momentos tan importantes como la Coronación Canónica de la Patrona de Alcalá la Real, el pasado año, o, con anterioridad, en obras como la del "Descendimiento del Cristo de la Salud". Trabajos de este tipo ¿representan una especial dificultad debido a la expectación y dimensión social que adquieren? 
      Desde hace ya muchísimo tiempo, soñaba con ser pintor. Pronto vi con gran claridad que el camino para conseguir madurar adecuadamente como tal, conlleva y exige una absoluta "libertad" tanto de pensamiento como de acción; entendí, por tanto, que sólo así es posible pintar lo que sienta y quiera; en definitiva, ser yo mismo, sin más. Por eso tomé una decisión que he mantenido hasta el momento: saber renunciar a otras actividades y compromisos, tal vez muy nobles, pero que pudieran distraerme de mi proyecto.
      Y  en cuanto a eso de que "Usted ha puesto su arte al servicio del mundo cofrade alcalaíno en momentos tan importantes como...", debo aclarar algo: el hecho religioso es, para mí, algo importantísimo, vital. Precisamente desde aquí, surgen con frecuencia reflexiones o vivencias muy personales, que trato de llevar a mi pintura. Y no lo dude, si dentro del marco de estas coordenadas, alguien me solicita una determinada colaboración, me encontrará dispuesto a ello, tratando de "ser útil".  
         De hecho, el cuadro del "Descendimiento del Cristo de la Salud" fue fruto de un impulso especial, nacido al presenciar desde niño ese momento real, que me provocó miles de sugerencias íntimas y la posibilidad tanto, de reflexionar sobre ellas, como la de analizar y plasmar un estamento social muy nuestro (el de los "pegujareros" o "pujareros");  junto a ello estaba, nada menos, que todo un reto plástico: abordar una magna composición en gran formato (3 x 2 metros), con 27 figuras-retrato tomadas del natural; y enfrentarse a las innumerables dificultades técnicas que esto conlleva, especialmente para un estudiante, entonces, tan sólo de segundo de Bellas Artes. El resultado: una visión totalmente personal de la que me siento muy orgulloso, pero que, por lógica, no agradó a algunos, lo que me llevó a vivir situaciones y rechazos dolorosos y largos en el tiempo. Pero, al final, las cosas acaban en su justo sitio y ahí está el cuadro que habla por sí solo.
      En cuanto al de la "Coronación de la Virgen de las Mercedes", le diré que fue una propuesta que me hizo la Junta Directiva de la Cofradía y que acepté muy gustoso, al darme la posibilidad de cantar a nuestra querida Patrona y más en acontecimiento tan especial e histórico. ¡Su encargo: todo un honor y su realización: una inmensa gozada!
       Cuando vea el cuadernillo-publicación del Pregón, se dará cuenta de que, junto al paisaje o el retrato, muy abundantes en mi pintura, también afloran ciertos temas religiosos, realizados desde una motivación o iniciativa totalmente personal.
   Precisamente, en estas coordenadas, se encuentra mi aceptación como pregonero de la Semana Santa: es que, ¡en ella, los cristianos celebramos el acontecimiento más trascendental de la Historia: la Redención!
      Y respecto a la pregunta de si "representan una especial dificultad debido a la expectación y dimensión social que adquieren", le diré citando a D. Marino Aguilera en su artículo "Anatomía de una obra de Arte", publicado el programa de la Virgen de las Mercedes (agosto, 2014) que, cuando pinto, lo hago desde un "ejercicio intelectual", desde "una profunda reflexión interior", tratando de que afloren mis "convicciones más personales" y mi más íntimo "credo artístico" respecto a lo que considero debe ser una obra de arte actual y lo mejor hecha posible.  Es claro que cuando se da en la diana, el público, antes o después, acaba captando y asimilando  plenamente esa propuesta. Comenzar a pintar un cuadro, pensando de antemano en la " expectación" o "dimensión social",  es mal camino, un grave error.


    Vivimos un tiempo social, política, económicamente complejo. ¿Cree que es un buen momento para el mundo cofrade alcalaíno?. ¿Está funcionando el relevo generacional?
     Sin duda, los momentos de fuertes crisis nos zarandean, espabilan e incitan a importantes renovaciones, a limpiar la hojarasca, polvo y desenfoques acumulados; en definitiva, a purificar la auténtica identidad. Así que se debe aprovechar este crucial momento para que también las cofradías avancen cada día consiguiendo mayor coherencia y autenticidad en planteamientos, compromisos y vivencias, tanto grupales como personales.  De hecho, en los contactos que he tenido durante la realización del cuadro de la Coronación, he podido palpar la gran cantidad de personas involucradas al máximo, no escatimando trabajo, horas, sacrificio y entusiasmo por sacar adelante muy nobles proyectos; el esfuerzo por prepararse adecuadamente para nuevos cometidos; el auténtico interés por ayudar a personas necesitadas y paliar en lo posible sus problemas y carencias... A veces parece que sólo nos fijamos en las manifestaciones masivas y externas, pero, debajo hay profundas corrientes que apenas se ven;  estas son las que realmente mueven, orientan y dan pleno sentido y solidez. Si uno se acerca de verdad, es posible se sorprenda de cuanto hay en ellas de positivo.
        Y cierto, cuando una persona se siente identificada con una entidad, (en este caso, una cofradía) y experimenta que le ayuda a vivir con mayor plenitud, que su vida adquiere más sentido, surge, de inmediato una energía positiva que sorprende, motiva y atrae por sí misma, como por contagio, a cuantos vienen detrás, a las nuevas generaciones. Entiendo que ahí está la clave del auténtico relevo.   


¿Cuales son los principales retos a los que se enfrenta el mundo cofrade de nuestra ciudad?
     Creo que ya está dicho: ese conseguir cada día mayor coherencia y autenticidad con lo que realmente deben ser, desembarazándose de la hojarasca que se ha podido pegar a lo largo de los años.

Dibújenos un escueto perfil íntimo (tan íntimo como usted quiera): a) ¿qué hace cuando no pinta?:
       Mire usted: yo "soy" pintor; no es que me gusta pintar o lo hago a ratos; no. "Soy" pintor. Por tanto, estoy pintando las 24 horas: con pinceles, sin pinceles, mirando, contemplando, reflexionando, leyendo, hablando, en contacto con la naturaleza ... Evidentemente, procuro haya un largo rato diario de trabajo (al menos 5 o 6 horas); luego quedan muchos otros espacios para dedicarlos a distintas cosas (como las apuntadas) y, sobre todo, a la familia, algo para mí fundamentalísimo, que trato de mimar y cuidar "como oro en paño".
   b) ¿un libro que le haya conquistado?
    Muchísimos porque no paro de leer. Pero ya que me lo pide, le citaré uno: "Vocación, ética y otros ensayos" de D. Gregorio Marañón; su lectura me aportó una enorme luz para la toma de importantísimas decisiones en momentos cruciales de mi vida.
      c) ¿una pasión inconfesable que no sea la pintura?
     Tampoco la hay. En la actualidad estoy viviendo plenamente mis sueños por los que tanto he luchado; y he recibido tanto y tanto en mi vida, que no hay lugar alguno para añoranzas. Me siento muy agradecido y feliz con lo que tengo.
    

Mójese y díganos qué piensa sobre el convulso y apasionante año político que tenemos por delante: ¿cree que cambiará mucho el escenario político de nuestro país?
       No es mi fuerte la política. Hombre, por los medios de comunicación oímos cosas; creo todos estamos pendientes de lo que sucederá el 22 de marzo. Y ya veremos, ya  veremos... Lo importante sería que no perdiéramos la sensatez y el sentido común y que supiésemos mantener nuestros principios, valores y creencias esenciales, los que forjaron nuestra identidad y nos están permitiendo un tipo de vida con grandes ventajas; ciertamente: hay que limpiar y renovar aquellas cosas que, o se están haciendo mal o quedaron ya caducas; afrontar desde presupuestos de conocimiento y adecuada preparación, de creatividad y de auténtico sentido de servicio a los votantes los muy serios y dramáticos problemas que vivimos, las amenazas e incertidumbres de esta hora histórica, en la que se están produciendo cambios trascendentales e insospechados...   
    No podríamos terminar esta entrevista sin volver al arte. ¿Cómo es la edad tardía de un pintor tan prolífico y veterano como usted?
      Sinceramente: es el gran momento de la madurez, con tiempo y bagaje para desarrollar lo que antes parecía casi imposible o muy difícil; una etapa de plenitud y felicidad absolutas.

¿Su proyecto eternamente pendiente, eso que siempre quiso hacer realidad y para el que nunca encontró el momento?
    Tampoco existe; como le he dicho anteriormente, a día de hoy, después de luchar mucho y recibir tanto y tanto, vivo plenamente mis sueños ya hechos realidad, de modo que no queda espacio alguno para añoranzas. Si, lo repito: me siento muy agradecido y feliz con lo que tengo, con lo que se me ha dado.

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