Alcalá la Real

Turespaña visita la zona donde está proyectado el parador nacional de turismo

El objetivo de la visita ha sido el de visualizar el estado de la zona y establecer las líneas de intervención destinadas a estabilizar y conservar los restos

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  • Visita de los técnicos. -

La semana pasada técnicos de TurEspaña y de una empresa contratada por dicho organismo visitaron, junto al concejal de Urbanismo y Patrimonio del Ayuntamiento de Alcalá la Real, Juan Ángel Pérez, así como a técnicos municipales, la zona del Arrabal Viejo de la Fortaleza de La Mota, donde se encuentra proyectado el parador nacional de turismo.

El objetivo de la visita fue la toma de datos en la parcela de 15.000 m2 adscrita a TurEspaña e incluida dentro de la declaración de Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Histórico y que en la actualidad es propiedad del Gobierno de España, para la posterior redacción de un informe diagnóstico de los restos patrimoniales y arqueológicos de la zona: la Iglesia de Santo Domingo de Silos, los restos de murallas del arrabal y las excavaciones arqueológicas. Con este documento se pretenden establecer las líneas de intervención destinadas a estabilizar y conservar los restos.

Para el alcalde de Alcalá la Real, Carlos Hinojosa, "la visita y toma de datos y conciencia del estado de la parcela debe ser el punto de partida para la intervención del Gobierno de España en la conservación de un bien de su titularidad y que se encuentra en grave estado de deterioro”. El alcalde espera “que el Gobierno sea responsable y cuide un patrimonio de identidad alcalaína y, como el movimiento se demuestra andando, espero que pronto lleguen las actuaciones e inversiones, a través de TurEspaña, de los distintos ministerios o de programas como el del 1,5% cultural". Carlos Hinojosa ha señalado que “pertenecer a Paradores, conferiría a Alcalá un refuerzo importantísimo en su proyección internacional y supondría un dinamismo y un motor económico para el municipio y para la provincia, sin olvidar, por supuesto, la creación de yacimientos de empleo que conlleva una empresa de estas características, lo que, sería una buena noticia para la localidad”.

Por su parte, el concejal de Urbanismo y Patrimonio, Juan Ángel Pérez, ha puesto en valor “el trabajo y esfuerzo por parte de los equipos de gobierno y técnicos municipales de todos estos años con el objetivo de dotar a Alcalá de un parador con las características tan singulares con las que está proyectado, dada su integración en un marco patrimonial incomparable como es el de la Fortaleza de La Mota”.

En el inventario del Plan General de Ordenación Urbana  (PGOU) goza de protección integral en el ámbito de sitio arqueológico. Sin embargo, la Asociación para la Defensa del Patrimonio Hispania Nostra ha catalogado a esta iglesia de estilo gótico mudéjar “como bien sometido a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores debido a su mal estado de conservación”.


Igualmente, los restos de la trama urbana de la antigua ciudad amurallada, que salieron a la luz como consecuencia de los trabajos previos de excavación arqueológica acometidos por el Ayuntamiento de Alcalá la Real, al objeto de la construcción del Parador Nacional de Turismo, presentan una importante grado de deterioro, con pérdida de estructuras urbanas.

El alcalde, Carlos Hinojosa, ha anunciado que vuelve a cursar invitación a la Directora General de TurEspaña para que conozca in situ el inmueble y la situación del mismo, así como las ideas previas para el Parador.

10.500m² de la parcela han sido excavados con metodología arqueológica, destacando restos arqueológicos que por su tipología, funcionalidad y morfología deben tenerse en cuenta a la hora de la puesta en valor de la zona. La inestabilidad de las arcillas que componen mayoritariamente la ladera del cerro así como su alto nivel de fragmentación, supone un importante riesgo de colapso y deterioro para las propias estructuras arqueológicas.

La causa principal de la degradación viene ocasionada por la falta de conservación de los restos y está agravada por las condiciones climatológicas que sufren los vestigios arqueológicos y restos arquitectónicos. En este sentido, las variaciones de temperatura, en ocasiones bastante acentuadas, la propia morfología de la base geológica del terreno que conforma la ladera sur del cerro de la Mota y la composición de las diferentes estructuras y elementos históricos, en gran medida construidos mediante sillarejo y mampostería con morteros de cal, son elementos que han favorecido la rápida degradación.

Así, desde el momento de finalización de los trabajos de excavación arqueológica, se ha producido un crecimiento incontrolado de vegetación que afecta a la totalidad de la superficie de intervención, así como un deterioro de la base geológica del terreno, que han quedado al descubierto y que cuya exposición a los cambios de temperatura ha favorecido los procesos de fragmentación de las arcillas, propiciando el colapso de gran parte las mismas, afectando al mismo tiempo a las estructuras que se encontraban asentadas sobre ellas, que en la práctica, suponen la casi totalidad de los restos arqueológicos.

Por otro lado, se ha dado también un colapso de estructuras arqueológicas, manifiesto en un acelerado proceso de degradación de las estructuras murarias arqueológicas, cuya propia composición hace que sean bastante frágiles. Asimismo, la presencia abundante de morteros para su construcción, y su rápida degradación, facilita y acentúa la precariedad de éstas y su derrumbe. A ello hay que sumar una pérdida de piezas que forman parte de los pavimentos. fruto de la propia erosión y de la ausencia de elementos de consolidación y contención. Además, gran parte del trazado de la muralla de cierre del antiguo arrabal presenta una importante pérdida de paramentos exteriores, provocada por la sucesiva retirada, en otros momentos históricos, de piezas de cantería para ser reutilizadas en nuevas edificaciones. A todo ello hay que añadir la degradación de vallados de cierre de la parcela y el riesgo inminente de desplome de la Iglesia de Santo Domingo. Desde la cesión, las únicas medidas de conservación preventivas básicas aplicadas en la zona han consistido en la retirada por parte del Ayuntamiento de Alcalá la Real de elementos vegetales incontrolados.

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