Campo de Gibraltar

Cada vez más personas ponen su cuerpo 'en venta' por la crisis

La pérdida del trabajo y los subsidios llevan a más hombres y mujeres a prostituirse en la comarca. Las españolas optan por pisos frente a los clubes para preservar su anonimato. Prostitutas extranjeras dejan España por países como Alemania y Bélgica por la caída de clientes

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  • Prostitutas en un club de alterne. -

Las crisis económica ha azotado periódicamente a las sociedades humanas, y, como el oficio más antiguo del mundo, la prostitución ha estado siempre ahí como vía de salida ante la miseria y el riesgo de exclusión social.

Para una parte importante de los profesionales del sexo, tanto en el caso de los empresarios como de los hombres y mujeres que deciden poner su cuerpo en venta para el disfrute de desconocidos, la prostitución no ha sido una opción, sino una necesidad. Con la llegada de la crisis, su mundo comenzó a tambalearse y la necesidad de salir adelante, por ellos mismos o por las personas a su cargo, les empujaron a este negocio.

En el caso de Algeciras y el Campo de Gibraltar, tanto en lo que a clubes de alterne se refiere como a pisos y chalets, la oferta se ha incrementado considerablemente. Una mujer, que prefirió no dar su nombre real y a la que llamaremos simplemente Ester, trabaja en la prostitución en Algeciras desde hace dos meses.


“Antes era pinche de cocina. Estuve 14 años viviendo aquí en España, con un salario y una vida como la de cualquier otra, pero me quedé en la calle y sin el desempleo”, se lamentó la mujer.

Madre de tres hijos, los cuales permanecen completamente al margen de su actual profesión, asegura que “no he tenido problemas” durante el tiempo que lleva ejerciendo, pero que considera “difícil” tener que “acostarte con personas que no conoces”.

El caso de Ester es el de una mujer extranjera, pero desde la Asociación Nacional de Empresarios de Clubes de Alterne indicaron a este diario que cada vez hay más mujeres españolas establecidas, sobre todo, “en la prostitución sumergida”, aquella que se ejerce en pisos y chalets, en contraste con la mayor regularización y control de los clubes de alterne.

La razón para trabajar en los pisos es que “en los clubes están a la vista de todos, y no quieren trabajar en ellos porque un día pueden encontrarse con el vecino”, explicaron desde el colectivo de ámbito estatal.

Un empresario del sexo de Algeciras agregó que muchas de las chicas que deciden dar el paso “han trabajado en la hostelería, o en tiendas de ropa, cuidando niños...” y la falta de ingresos u otras circunstancias, como el tener a su pareja en prisión, les empuja a ejercer finalmente la prostitución.

Tanto hombres como mujeres han optado por el mundo de la prostitución para salvar la crisis. Jonathan, murciano de 20 años que actualmente anuncia sus servicios en Algeciras a través de una conocida publicación que incluye decenas de anuncios de relax en la provincia de Cádiz, reconoce que comenzó como todos, buscando un trabajo en un sector completamente alejado de la prostitución como fue la hostelería. “La verdad es que fue a raíz de que me quedé sin trabajo, hace cosa de un año y medio, y lo típico que tienes un amigo que te habla de ello y pruebas”.

Jonathan, que se presenta en un anuncio como escort,  asegura que siempre elige a sus clientes con total independencia. “Cuando viene el cliente le ves cómo viene, si te transmite buen rollo, buena sensación”.

El joven escort asegura que “sólo una parte” de su familia sabe a qué se dedica. Como muchos otros españoles, trabaja fuera de su ciudad de origen. Según el empresario antes citado, es habitual, ya que corren menos riesgo de ser reconocidos.

Empresario
Los empresarios también recurren, en algunos casos, a la prostitución a causa de caer en desgracia por la crisis. El gerente de una casa de relax en Algeciras asegura que antes trabajaba en una fábrica de palés en el entorno del Campo de Gibraltar, y que tras ser despedido vio la opción de recuperar su estatus con el negocio del sexo.

Menos clientes

Un empresario del sexo que antes era trabajador en una fábrica de palés explicó que, con la crisis, “la gente se abstiene un poco de gastarse el dinero en copas y diversión”. Comentó que algunas de las mujeres que se ofrecen se dedicaban a la hostelería o incluso en tiendas de ropa.

Más solicitudes

Un representante de la Asociación Nacional de Empresarios de Clubes de Alterne aseguró que “hemos tenido bastantes solicitudes en el último año de personas que quieren incorporarse”. Asevera que en el sector, dominado por extranjeras, hay cada vez más españolas.

Marcha a otros países

El éxodo de mujeres extranjeras dedicadas a la prostitución hacia otros países de la zona euro, especialmente Alemania, Bélgica y Holanda, está mermando la ‘plantilla’ de algunos clubes de alterne: “Donde había 50 mujeres ahora hay 20”, manifestaron desde la asociación. El hecho de que en estos países, esta práctica esté más regularizada y la pérdida de clientes en España han influido.

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