Otras cosas no tendremos, pero de alcaldes andamos que nos salimos. Porque me supongo que alcalde de diario, Alcalde Honorífico y Regidor Perpetuo serán la misma cosa a efectos de tratamiento, con lo cual tenemos tres regidores en la ciudad y menos mal que ninguno de los tres cobra del erario público. Del erario público de La Isla, porque del erario público de todos los españoles, incluidos los catalanes, cobra uno de ellos.
Lo malo es que a pesar de todo no conseguimos todo lo que necesitamos, como son los terrenos de Camposoto aprovechando que el alcalde de carne y hueso es del Partido Popular, el que manda en Madrid. Y no lo conseguimos porque el alcalde de carne y hueso, por mucho que diga que para qué perder el tiempo pidiendo una cosa que no te van a dar -como no la dan es no pidiéndola, alcalde-, tiene su corazoncito y se acuerda de los años que estuvo en Camposoto, cuartel, cuando su oficio era el de militar, además de que el PP siempre ha ido a remolque en eso de desafectar terrenos militares, a pesar de que fue un gobierno del PP el único que al menos puso sobre la mesa esa posibilidad. Protocolo de colaboración, o sea...
Tampoco creo que consigamos mucho de la Marina, de la que cassa vez hay menos que conseguir porque ya no está aquí, que se ha ido a Rota, por la intercesión del Alcalde Honorario, como unos terrenillos que ya no quieran o que al menos no sigan llevándose tropas a otras poblaciones, que no se sabe qué le pasa al Ministerio de Defensa que nos deja las que no queremos y se lleva las que queremos. En fin, a ver si ahora cambian las cosas.
Y por último, del Regidor Perpetuo se puede esperar de todo y servidor no va a entrar en polémicas sobre creencias porque hay muy pocos ateos más respetuosos que yo con las cosas del alma; en tal tesitura me tiene la vida, a la espera de morirme convencido de nada o doliéndome las costillas por la caída de un caballo cual Pablo de Tarso cualquiera. Por cierto, ahora tengo más posibilidades con la escuela hípica que van a poner en el Cerro.
Y así, de uno en otro, está claro que todavía falta algún cabo por atar para que La Isla tome un rumbo, no digo que mejor o peor, sino un rumbo aunque sea para caernos por un precipicio. Porque el problema es que esto se mueve menos que la estatua de Varela y todo lo que tenemos que podemos tener está a medio tener o a medio perder.
Estamos a punto de entrar en un nuevo año que dicen que va a ser el de la recuperación y a mí me gustaría saber cuándo nos toca recuperarnos a nosotros, la gentede a pie. Y es que si ahora, con tres alcaldes, no somos capaces de levantar cabeza, posiblemente lo nuestro sea que no nos hemos dado cuenta de que no somos más de lo que somos y el resto es pedir en la puerta.
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