Loaiza de De Bernardo

Que le cojan el dobladillo al traje del ex alcalde o que pongan a otro.

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  • En 2011 -

Lo voy a decir antes de que pase por tercer año consecutivo. El alcalde de San Fernando, en este caso José Loaiza García, no puede salir en las recreaciones históricas que organiza la Fundación Legado de las Cortes y la Asociación Napoleónica Española a menos que se vista de alcalde o lo que fuera que hubiese en 1810. O sea, como hizo el ex alcalde Manolo de Bernardo en 2010, que salió de tal guisa en la recreación de la llegada del Ejército de Extremadura a La Isla, en la del Combate del Portazgo y en la del Juramento a la Constitución.

Bien es cierto que lo que fue en 2010 ya no lo es ni por asomo y que el Combate del Portazgo se celebra en cualquier sitio y no por razones históricas, sino económicas. Estamos tiesos y ya no se pueden utilizar las baterías restauradas del Puente Zuazo, el lugar más cercano y más parecido a donde en realidad tuvieron lugar los hechos históricos y por el que algún día discurrirá el Nudo de Tres Caminos, cargándose una batería aún salvable para no ser menos que el tranvía.

Después de haberse celebrado también en el Parque del Barrero, lo que obligaba a un alarde de imaginación por parte de los organizadores y de los espectadores para situar los hechos, ahora se está haciendo en el  molino de mareas del Zaporito, no porque haya que promocionar ese espacio, sino por el maldito parné. Pero como dicen algunos, lo importante no es la Historia, sino que suenen los tiros y resunen los tambores.

O sea, que lo que quiero decir es que con tanto cambio y merma del máximo rigor histórico que ofrecería su recreación en el Puente Zuazo, con una buena grada para los espectadores en vez de convertirse en una recreación ambulante, posiblemente se piense que el detalle del alcalde no pasa de ser anecdótico, pero no lo es. Item más, es fundamental para darle seriedad al asunto.

Verán ustedes. Es cuestión de creerse las cosas y en otros países y en otras culturas, ver a un alcalde vestido para la ocasión con un traje de época es un ejemplo de implicación con la ciudad y con los ciudadanos. Y en este caso, con el valor de su Historia. Obviamente, en España y en San Fernando -con la honrosa excepción de Manuel de Bernardo-, puede ser un motivo de ridículo general, pero es porque el sentido del ridículo forma parte de nuestra idiosincracia. Desgraciadamente.

Sin embargo, lo realmente ridículo es ver al alcalde de San Fernando, en los dos años que lleva y este que viene si el sentido común no lo remedia, en mangas de camisa en una representación histórica rodeado de generales y soldados,  sin guardar la compostura del acto -serio y preocupado- y como si estuviera visitando a un coro de Carnaval. O a una chirigota.

Además de que valdría un mundo una foto de Loaiza vestido de De Bernardo en 2010. ¿O no? Pues eso. Que le cojan el dobladillo al traje del ex alcalde o que pongan a otro. Es una recreación, pero vamos a hacerlo bien. Oé.

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