Ha ganado Obama. Aquí, Rajoy. ¿Y qué?

Obama es a EEUU lo que Rajoy a España y Mitt Romney lo que pudiera ser Esperanza Aguirre... pero a lo bestia.

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Hay dos cosas en las que me he fijado especialmente sobre las elecciones en Estados Unidos. Una la que dijo un bloguero en un periódico nacional dejando claro que un presidente de los Estados Unidos de América es, sobre todo, un presidente de los Estados Unidos de América. O sea, que el que sale elegido no llega a la Casa Blanca con su traje a medida, sino que se tiene que meter en el traje a medida que tiene la Casa Blanca para todos los presidentes norteamericanos.

Y hablando de ideologías -esto ya lo digo yo y nos olvidamos del bloguero- y en contra de lo que se nos quiso vender en España por parte del Gobierno del PSOE, que veía en Barak Obama el presidente del mundo que al menos iba a recibir a Zapatero en el despacho oval, después del feo que Zapatero le hizo a Bush con lo de la bandera de Estados Unidos.

Nada más lejos de la realidad eso de identificar a los demócratas con la izquierda -aunque sea muuuuy moderada- y a los republicanos con la derecha. En Estados Unidos los demócratas son muy parecidos a la derecha de aquí, o sea, al Partido Popular, mientras que los republicanos también se parecen al Partido Popular, pero de la parte de Rouco. Personalizando, Obama es a EEUU lo que Rajoy a España y Mitt Romney lo que pudiera ser Esperanza Aguirre... pero a lo bestia. Y con la diferencia de que Romney es mormón. No sé si el ministro de Asuntos Exteriores actual, José Manuel García-Margallo, se retrató cuando al conocer el triunfo del demócrata dijo eso de que “han ganado los nuestros”, pero ahí queda la frase y las conclusiones que cada uno quiera sacar sobre el particular.

La segunda cosa  que me llamó la atención porque tengo en ella intereses personales, es el apoyo que ha recibido Obama de los hispanos de EEUU, el triple que Romney, debido a sus promesas electorales sobre inmigración y a la espectacular metedura de pata del candidato republicano al inicio de la campaña al tratar el espinoso tema.

Sobre esto no voy a escribir yo. Voy a transcribir un correo electrónico de un español residente en Estados Unidos al que obviamente también le interesa el tema personalmente y cuyas reflexiones voy a entrecomillar.

“Una cosa es que defienda la inmigración electoralmente y otra cosa es lo que haga de verdad. Por ejemplo, ningún presidente de la historia de los Estados Unidos ha deportado a más inmigrantes como Obama. Obama ha deportado a tanta gente en una legislatura como George W. Bush en las dos en que fue presidente. 

Nunca ha sido tan difícil conseguir un visado para trabajar legalmente en Estados Unidos. Obama ha duplicado las denegaciones de visado comparadas con Bush.

Y en la campaña de 2008 dijo que en su primer año de legislatura aprobaria una reforma de la Ley de Inmigracion. Nunca lo hizo. Sólo hace tres meses intentó que el Congreso aprobara sin éxito lo que se ha llamado el Dream Act, una ley mediante la que los hijos de inmigrantes ilegales nacidos en Estados Unidos, podrian obtener la Green Card (tarjeta de residencia) y luego la nacionalidad si consiguen un título universitario o sirven en el ejército.

A pesar de todo, los latinos lo han apoyado de nuevo en un porcentaje de 75 a 25. Como le decía yo a alguien estos dias. Los latinos apoyarán a un presidente que no cumple sus promesas porque tienen mucho miedo de que el candidato cumpla las suyas. Esa es la belleza de la democracia...”

O sea, que los hispanos de EEUU se mueven en EEUU como los españoles en España, donde Rajoy ganó las elecciones para que Zapatero no siguiera haciendo lo que estaba haciendo y que ahora hace Rajoy pasándose por el forro de la camisa todas las promesas electorales y todas las recetas que tenía para salir de la crisis sin recortar la sanidad, la educación, la cultura y la investigación.

Por lo demás y dejando atrás el entrecomillado, la situación en Estados Unidos no ha cambiado en nada porque el Congreso sigue estando en manos de los republicanos y la nación teóricamente más poderosa del mundo se asoma a lo que se ha llamado “abismo fiscal”, que es hacer lo que está haciendo Rajoy y comenzó a hacer Zapatero, salvo que un pacto entre demócratas y republicanos alargue la solución a un problema que más pronto que tarde les va a estallar en las manos, el del déficit público sobre el que el de España es pura calderilla.

Y lo peor de todo esto es que mientras Obama dice esa frase retórica que lo que pasa en España es como si pasara en Delaware, la realidad es que lo que pase en Estados Unidos sí es como si pasara en España. Y aquí ya estamos hartos de coles.

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