Cada día estoy más convencido de que la necedad no es la ignorancia, sino la asociación mecánica de las ideas. De ahí que mi reacción ante cualquier ataque a Andalucía -y a mis paisanos, sea quien sea, por su única condición de andaluz- está mutando de la airada respuesta a la relativización del alcance del daño causado. A cada tópico infundado u ofensa injustificada y gratuita, gana enteros en mi conducta la máxima de uno de nuestros hijos predilectos: el desaparecido psiquiatra Carlos Castilla del Pino, quien en un diálogo formidable, semanas antes de fallecer, sostuvo que el andaluz “no debe partirse el pecho” ante cualquier frase vacua nacida en la ignorancia, el prejuicio o la intencionalidad hiriente. La opinión de este excelso intelectual es que había que responder pero exclusivamente aportando “excelencia y universalidad”.
Así haré en adelante frentea embestidas como la lamentable mofa del acento andaluz,personalizada en la presidenta de la Junta,que firmó el ex cónsul de España en Washinton, Enrique Sardá. A este ínclito diplomático, le responderé con dos ejemplos formidables de la contribución andaluza.
El Journal of the American Medical Association (JAMA) -una de las publicaciones científicas más reputadas e influyentes del mundo- publicó días atrás el avance médico del Diagnóstico Genético Preimplantatorio. Una técnica que estrenó en 2008 en España el ginecólogo e investigador granadino Guillermo Antiñolocuando logró en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla que Javier curase a Andrés en el mal llamado caso del bebé medicamento porque el niño no nació sólopara salvar a su hermano. Era una criatura muy deseada por sus padres.
Quiero también confesar mi admiración por nuestros bomberos del Infoca. Ante la marea indomable de incendios que han arrasado los bosques y parques andaluces este verano, han demostradoaquí y en otros puntos de España su profesionalidad, pericia y dedicación para apagar las llamas y alimentar la esperanza, pese a la maldita mano del hombre. En un tuit el pasado lunes, estos héroes condenaron sin ambages pero con elegancia los fuegos provocados: “Después del fin de semana que hemos pasado, nos salen del corazón estas líneas de Miguel Hernández: ¡En nombre de los bosques, yo maldigo, a quien toma venganza, árbol, contigo!"
Lo dicho, a cada ataque un par de muestras de excelencia de andaluces, siempre que estén alejados, eso sí, de una Andalucía de pandereta y patriarcado que lamentablemente, en ocasiones, seguimos proyectando. Pero dejemos ese análisis para otra ocasión o para ‘Acento Andaluz’ que arranca esta noche su tercera temporada en Ondaluz Tv Andalucía.
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