Tiene razón Carolina Bescansa cuando afirma que la encuesta del CIS, como cualquier sondeo, es “un fotograma de una película en movimiento”. No es menos cierto que este razonamiento es empleado siempre como un mantra por los partidos políticos cuando las consultas demoscópicas les vienen mal dadas. Con todo, la cofundadora de Podemos y responsable de Análisis Político y Social de la formación morada puede relativizar la intención de voto que le adjudican a su líder Pablo Iglesias en el barómetro electoral del Centro de Investigaciones Sociológicas después de haber ganado en las urnas 5 puntos a la mayoría de las encuestas previas al 20 de diciembre.
Ahora bien, los sondeos marcan una tendencia con el histórico del pasado reciente. Y el análisis de los últimos meses nos detalla una única realidad invariable: el PP volverá a ganar las elecciones. Repetirá como partido con más respaldo ciudadano. Y eso a pesar de que Mariano Rajoy es el segundo político peor valorado; de su exasperante falta de iniciativa estos 4 meses en los que pasará a la historia por el desplante al Rey Don Felipe; de los enésimos casos de corrupción que contaminan el tuétano de su partido, de la guerra interna soterrada en el Partido Popular, y a pesar de afirmar sin sonrojo que los debates no le gustan porque hay que trabajar mucho, alimentando él solito la estampa de indolencia que sus adversarios le reprochan con frecuencia.
Apenas unas décimas de desgaste castigan los ‘pecados’ del presidente del Gobierno en funciones y candidato popular, quien demuestra con estos datos “las enormes tragaderas y escasa cultura democrática” que, según Iñaki Gabilondo, tiene un segmento de la población española que le permite todo al líder conservador. Dicho esto, el verdadero problema no lo tiene el PP, sino el resto de formaciones que, pese a la ristra de prácticas viciadas de Rajoy, son incapaces de echarle el aliento en la nuca.
Más allá de ejercito de ‘inmaculados’ –soldados en Juego de Tronos de incuestionable obediencia- que refrendan el suelo electoral tan elevado del PP, el PSOE con su falta de liderazgo, Cs con sus alianzas variadas, Podemos con su enfermiza obsesión por enterrar a los socialistas e IU con su incomprensible sumisión a los intereses de Iglesias volverán a encumbrar a Rajoy el 26-J.
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