San Fernando

"La democracia sufre uno de los peores y más reaccionarios ataques"

El escritor Fernando Savater fue el encargado de pronunciar el discurso institucional con motivo de la celebración del 24-S en San Fernando (VIDEO).

Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Cargando el reproductor....
  • Jiménez Barrios señala que el referéndum catalán "apunta al corazón de la democracia"

El filósofo e intelectual, novelista y autor dramático Fernando Savater ha sido este domingo el encargado de ofrecer este domingo el discurso institucional para conmemorar el 207 aniversario del juramento por parte de los diputados de la Constitución española de 1812 en San Fernando. Un acto que ha estado presidido por el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Manuel Jiménez Barrios, la alcaldesa isleña, Patricia Cavada, y el primer teniente de Alcaldía Fran Romero.

"Desde San Fernando seguiremos librando la batalla porque seguimos creyendo en la fuerza de la tinta y el papel", dijo la alcaldesa.

Susana Zhao Shao, alumna de la Compañía de María que ha sido reconocido con el Premio Extraordinario de Bachillerato, fue la encargada de dar lectura al extracto del Decreto I de 24 de septiembre de 1810, emanado por las primeras Cortes democráticas de España. Posteriormente, Juan José Carrera, delegado municipal de Cultura, glosó la trayectoria de Savater y, a renglón seguido, la Banda Sinfónica Municipal interpretó Cádiz de Isaac Albéniz.

Escudo de la Libertad

Fernando Savater agradeció al Ayuntamiento “el honor que me hacen invitándome a hablar de la conmemoración de una una fecha histórica y tan relevante para la Isla de León y para España entera. Un honor inmerecido porque no soy historiador, ni destaco por mis conocimientos en esa materia, todo lo contrario, pero también un honor yo diría que inapropiado porque nunca he sabido desenvolverme bien en los actos oficiales, incluso parece que lo voy haciendo peor según envejezco”.

El escritor indicó que “pero a pesar de lo inmerecido e inapropiado de este honor lo he aceptado y aquí me tienen. Me he sentido obligado a venir por dos razones, una muy personal e íntima; la otra de carácter cívico de ética ciudadana. Permitan que antes de seguir adelante les explique brevemente estas dos razones”.

“Hace una docena de años -dijo Savater- vivíamos en el País Vasco sometidos al acoso criminal de la mafia etarra y a la imposición en todos los órdenes del nacionalismo obligatorio. Pese a los apoyos oficiales notábamos que nos faltaba el sostén cotidiano de nuestros conciudadanos del resto del país, porque estábamos convencidos de que la agresión terrorista era un asunto de todos y no sólo de los vascos que lo padecíamos de más cerca. Entonces una valiente luchadora que era el amor de mi vida, tuvo una idea que luego han imitado muchos partidos y activistas sociales: fletar un autobús en que el viajásemos miembros de movimientos cívicos víctimas del terrorismo, periodistas, etc..., y recorrer España del uno al otro confín, como diría el poeta haciendo paradas en el camino para contar lo que ocurría en Euskadi y despertar a la gente que vela el asunto como algo ajeno”.

Añadiendo que “salimos de San Sebastián en un autobús decorado por el gran Alberto Corazón y haciendo alto en ciudades de todo el recorrido llegamos hasta Cádiz acabando nuestra aventura en el oratorio de San Felipe Neri. De esta hermosa travesía guardo recuerdo que después la pérdida ha hecho dolorosamente imborrables, pero por encima de todos el afecto y desbordante apoyo cívico que encontramos en tierras gaditanas. ¿Cómo no volver ahora que me llaman desde aquí? Estoy seguro de que Sara nunca me hubiera perdonado tamaña ingratitud”.

Fernando Savater explicó que “la segunda razón es que se trata de conmemorar la implantación de las primeras Cortes democráticas de España y en el momento histórico actual, cuando nuestra democracia sufre uno de los peores y más reaccionarios ataques de toda nuestra posguerra. La implantación de las Cortes en 1810 desafió circunstancias extraordinarias; el dueño de Europa, Napoleón, había impuesto a los españoles un rey según su capricho y amenazaba con sus tropas avasalladoras el propio reducto gaditano. También había enemigos interiores, conservadores que consideraban formulaciones como soberanía de la nación y el rey para la nación y no la nación para el rey, poco menos que como blasfemias decapitados como las de la Revolución Francesa”.

El filósofo comentó entonces que “Pérez Galdós cuenta con viveza estas decisivas polémicas en el volumen Cádiz de sus Episodios Nacionales. Por primera vez, otra medida revolucionaria, los diputados a reunirse no iban representando estamentos sino a la nación española. Y por nación entendían una entidad abstracta y colectiva, formada por el conjunto de los ciudadanos constituidos en cuerpo político. Como resume inmejorablemente el historiador y profesor universitario gaditano, Juan Torrejón Chaves, con cuyos artículos y otras publicaciones he remediado mis lagunas, la revolución liberal amaneció con nuevas palabras y sagrados conceptos. Surgió entonces una nación soberana e indivisible, constituida por hombres libres e iguales en derechos, cuyo carácter esencial era el de ser ciudadanos, con independencia de todo lo demás: posición social, riqueza o lugar que se habitara. La voluntad común se erigía así como superior a toda voluntad particular o de grupo. Exactamente lo mismo que hoy la mayoría de los españoles seguimos reivindicando”.

Su discurso proseguía diciendo que “Jovellanos comentó que este congreso, el más grande, el más libre, el más espectable que pueda concebirse se reunió para fijar el destino de la nación tan ultrajada y oprimida en su libertad, como magnánima y constante en el empeño de defenderla. El otro día escuché a un vocinglero decir que la democracia española era low cost. Ah no, señor mío, lo que quiera menos éso porque se ha conseguido a un coste muy alto y muy comprometido. Cuarenta y cuatro años después de la fecha que estamos conmemorando, un cronista alemán nada desdeñable consignaba que ninguna asamblea legislativa había reunido hasta entonces a miembros procedentes de partes tan diversas del orbe ni pretendido regir territorios tan vastos de Europa, América y Asia, con tal diversidad de razas y tal complejidad de interesas; casi toda España se hallaba ocupada a la sazón por los franceses, y el propio Congreso aislado realmente de España por tropas enemigas y acorralado en una estrecha franja de tierra, tenía que legislar a la vista de un ejército que lo sitiaba. Desde la remota punta de la isla gaditana, las Cortes emprendieron la tarea de echar los cimientos de una nueva España. El cronista que con trono administrativo escribió estas líneas se llamaba Karl Marx”.

“Llegaron los diputados de la península de ultramar para formar la nación de todos -afirmaba Savater-, no para promocionar identidades particulares como mendigos que exhiben sus muñones a la puerta de la catedral para pedir limosna. La delegación más numerosa fue la de Galicia, seguida por la de Cataluña. Y el primer presidente que eligieron las Cortes fue precisamente catalán, Ramón Lázaro de Dou y Bassois, al que en el panegírico de la Academia de Buenas Letras de Barcelona se calificó como varón insigne, sabio jurisconsulto, literato distinguido, político consumado, honor de la Universidad de Cervera y gloria de Barcelona, Cataluña y de toda España. A pesar de su edad, 68 años de los de entonces, había arrostrado una larga travesía marítima para estar presente en las Cortes. Lázaro Dou, comentando el decreto de Nueva Planta, llamó a Felipe V Solón de Cataluña por haber derogado las reliquias del sistema feudal. Y rechazó las opiniones adversas que no faltaban entre sus coterráneos así: “Tal es la índole del hombre, que casi nunca debe creer aprobar ni alabar lo que ha visto siempre desde niños en su país; las costumbres, las reglas, las leyes, las mismas acciones buenas, las prácticas en ninguna parte le parecen tan excelentes como allí donde ha nacido. Esto depende principalmente de que nosotros solemos juzgar más por sentimientos que por reflexión”.

Por último, Fernando Savater añadió que “las sesiones de la magna asamblea se hicieron en el antiguo Teatro Cómico de La Isla convertido en Salón de Cortes por otro catalán, Antonio Prat, ingeniero militar al que también se debieron las fortificaciones para defenderse de los franceses. Unos meses más tarde, ya concluidas las sesiones, el diputado por Valencia, Joaquín Lorenzo Villanueva, un sacerdote ilustrado y liberal, pidió que el edificio del antiguo teatro se convirtiera en finca de la nación para preservar su dignidad. Propuso como adorno de la fachada poner la fecha de la instauración de las Cortes, 24 de septiembre de 1810 y luego sólo dos palabras: ESPAÑA LIBRE. Que ése sea también nuestro lema amigos y amigas, compatriotas, y que nunca olvidemos que somos nosotros mismos el escudo insustituible de esa la libertad”.

Un grabado de la pintura de Casado de Alisal

Tras su discurso, la alcaldesa isleña, Patricia Cavada, le hizo entrega a Fernando Savater de un grabado calcográfico de la célebre pintura de José Casado de Alisal El Juramento de Las Cortes de 1810 de la Real Isla de León, cuyo original se encuentra en el hemiciclo del Congreso de los Diputados. 

Por su parte, el vicepresidente de la Junta, Manuel Jiménez Barrios, considera que el referéndum sobre la independencia de Cataluña convocado para el 1 de octubre "apunta al corazón de la democracia" y defiende la "obligación" del Estado de "restablecer la ley, que ha saltado por los aires en la hermosa tierra catalana".

En el acto de conmemoración de la implantación de las Cortes en 1810 en San Fernando (Cádiz), Jiménez Barrios ha indicado que lo que está ocurriendo en Cataluña "compete a todos, como parte de este país".

Asimismo, ha reclamado a las autoridades catalanas que abandonen la idea de celebrar el referéndum y ha incidido en que "si algo nos ha enseñado la historia es que no hay democracia sin legalidad".

Tras resaltar el papel de la Constitución de 1978 como "valioso instrumento de paz" que "ha sabido adaptarse y dar forma a los territorios", ha defendido el actual modelo de Estado, que recoge "valores" cuya "pervivencia" tiene "mucho que ver con el conocimiento de la historia".

La democracia española tuvo que vencer a "intransigentes, temerosos, aventureros y exaltados, a la sinrazón terrorista para lograr casi 40 años de convivencia pacífica y democrática", ha concluido.

Discurso de la alcaldesa

Cavada comenzó su discurso indicando que "El verano del 92 fue un verano apasionante para España, vivíamos la Exposición Universal, la llegada del AVE a Sevilla, y mientras, se celebraban los juegos olímpicos en Barcelona. Una tarde de ese verano, de esos días de mucho calor, serían las seis de la tarde, me acerqué a la librería Bozano, en la calle Real, en búsqueda de no sabía bien qué. En una estantería giratoria, estaban los libros de bolsillo de Espasa Calpe de su famosa colección Austral. Entre ellos, encontré Ensayo sobre Cioran, de Fernando Savater. Yo ya había leído en otras ocasiones a Fernando, pero, ¿quién era Cioran?: En la contraportada venía una descripción surrealista y una foto de Fernando con su puño en la barbilla mirando al infinito. Era imposible no caer en su compra y su lectura.

La alcaldesa dijo que "aquel libro era la Tesis Doctoral de Fernando, y recuerdo que tuvo que acompañar en la introducción, una carta de Cioran, donde el filósofo tenía que atestiguar su existencia, porque la entonces universidad franquista, pensaba que Cioran era un invento de Fernando Savater, para reírse de los profesores, y que realmente ni siquiera existía. Recuerdo aquella tarde, una tarde como otra cualquiera… sin que pasara nada importante para el mundo,
sin embargo, la tengo con detalles grabada en mi memoria. Porque los recuerdos, son el estado que nos habita y nos define… Y, en esos recuerdos, hechos memoria están los que hacen que le tenga tanto cariño hacia mi pueblo, esos que más tarde me llevaron a la política y la Alcaldía de mi ciudad.

Patricia Cavada entiende que "hay políticos que entraron en listas electorales tras la lectura de profundos textos de teoría política. Os engañaría si os dijera que descubrí mi vocación política
leyendo a Rousseau, Marx, Hannah Arendt, o incluso escuchando a Felipe González. A mí la vocación me llegó por el cariño a mi pueblo, en sus rincones de mi memoria. El libro, el expositor, la tarde de calor…", añadiendo que "cuando la ciudad que para mí no eran más dos calles, o cuando mis viajes los hacía en bicicleta del mercado, a la bazán o el boquete…, y mis aventuras se acompañaban con un duro de palotes, con cromos y regaliz. Así que si alguna vez entré en política fue por mis recuerdos, los recuerdos del pasado, de esos lugares ya remotos, donde guardo la ilusión y la fuerza, y que con el tiempo se convirtieron luego; en Mi razón, esta isla poderosa, que en su recuerdo llora ya por 25 años la desaparición de su leyenda Camarón, no fue una ciudad que albergó ocasionalmente y por circunstancias, la defensa constitucional de avances sociales y ciudadanos en 1810. San Fernando lleva impresa en su memoria, en cada una de nuestras casas, en los nombres de nuestras calles, en las historias de nuestras familias y apellidos, la memoria y el devenir de este país.
La palabra Inicio, significa comenzar algo nuevo. Y, cada año en la celebración del 24 de Septiembre,
en este Teatro reiniciamos nuestro convencimiento, nuestra creencia en que la tinta y el papel, son siempre la herramienta más fuerte para luchar por nuestros derechos y libertades".

"Como alcaldesa, de esta isla constitucional, y en este teatro de las Cortes, no puedo alejarme de esa responsabilidad, y compartir con vosotros una reflexión, sobre lo que está ocurriendo estos días en Cataluña. Amigos y amigas. La convivencia entre territorios, en democracia, es, por definición, un espacio para el debate y el conflicto político. Y con mucha dificultad lo supimos gestionar en la transición, en la Constitución de 1978 y, en los últimos Estatutos de Autonomía. Sabemos que ninguna Constitución es perfecta, y la nuestra de 1812 también tiene sus defectos, que ya provienen algunos de la Revolución francesa, y de la famosa Declaración Universal de los derechos del hombre y del Ciudadano. Alguno de esos defectos tiene hoy una importancia central, en todo lo que está ocurriendo. Y tiene que ver con el concepto de ciudadanía. Nuestra constitución dio el enorme paso,
cuando el pueblo pasó de ser súbditos a ser Ciudadanos. En aquel momento fue un avance determinante, pero no nos engañemos, ese concepto no deja de esconder una frontera entre aquellos que tienen derechos de ciudadanía (los que pueden disfrutar de ser ciudadanos de pleno derecho),
y los que no lo son y son apartados, en muchas comunidades autónomas (no en Andalucía) incluso de los servicios más básicos como los hospitalarios, simplemente por no tener los papeles", dijo Cavada.

Para la alcaldesa "el caso es que ese concepto, el de Ciudadanía, está siendo usado últimamente,
como un principio casi místico, donde se nos muestra como evidencia, que vivimos en un espacio político de democracia, que debe ser un espacio desconflictivizado, amable, en el debería existir una conciencia de individuos, autogobernados en operaciones, constantemente renovadas de consenso y participación, que se aceptan en nombre del principio de Ciudadanía. Soy una firme defensora de avances que profundicen en mayor participación y democracia: los presupuestos participativos,
o las consultas ciudadanas son prueba de ello. Pero fíjense bien, escondidos bajo la manta de la ciudadanía, y de su derecho a decidir, lo que intentan disimular, y que claramente pase desapercibido,
es justamente la evidencia de que este país, está hecho de desigualdades y de asimetrías, y que éstas no son solo culturales, como pretenden que veamos, sino que son económicas y realmente insultantes. Así ahora con conceptos renovados de Ciudadanía, y con la excusa del derecho a ser reconocido, sobre la base de que son territorios diferentes, se está de verdad ocultando lo importante,
empleando de una forma aparentemente acrítica, conceptos que no son para nada inocentes. La ciudadanía tiene derecho a decidir, a decidir incuestionablemente sobre su futuro y situación. Pero, con esa trampa, situando al ciudadano en el lugar central del debate, se oculta las cosas que de verdad deben ser las importantes".

Patricia Cavda considera que "lo que se busca es que, mientras se debate sobre la diferencia,
y el derecho de la ciudadanía a decidir, que es de lo que todo el mudo está hablando, nadie está demasiado atento, a lo que en cambio debería ser fundamental, que no es la diferencia sino la DESIGUALDAD. El problema no es en que los territorios sean diferentes, el problema es que sean desiguales. Como lo son ahora. Un sistema democrático debería dar por supuesto que las comunidades son distintas en diferentes territorios, y que esa distinción es justamente la que está administrando. En cambio, parece que envueltos en una manta de ciudadanía, de pronto podemos hacer como si esto no ocurriera, para poder justificar que somos diferentes, y que los que más tienen,
tienen el derecho a decidir “sobre esa supuesta diferencia” para que el resto sea aún más desigual. ¿Qué tipo de lenguaje tramposo es ese que pretenden colarnos el “reconocer al otro, en su diferencia”? La democracia no implica en ningún caso que nos comprendamos. No queremos que los diferentes territorios se entiendan. Yo, como andaluza no quiero que me entiendan, lo que quiero es que se entiendan conmigo, que no es lo mismo. Y esta ha sido la base sólida de nuestra convivencia
en España y Europa durante todos estos años. La democracia asume que no todos somos iguales,
ni que tengamos la misma cultura, tradiciones o lenguaje… Lo que le atribuye su poder, es que todos tengamos las mismas oportunidades. Que es lo que en mi opinión, quieren disimular y arrebatarnos en este proceso. Así que desde San Fernando seguiremos librando la batalla, porque seguimos creyendo en la fuerza de la tinta y el papel, como hemos llamado a este 24 de septiembre, como motor de lucha contra la desigualdad".

Finalizó diciendo que "amigos y amigas, cada día me hacéis vivir una experiencia maravillosa.
Como alcaldesa represento a mi ciudad, pero también lo hago a cada uno de vosotros y de vosotras,
y lo intento hacer siempre con la mayor dignidad y acierto posible, porque sé lo increíbles que sois,
se lo mucho que como yo lleváis en vuestros recuerdos a esta ciudad y lo que representa. Sé bien que cada uno de nosotros tiene sus problemas, personales, profesionales o familiares, algunos de ellos los conozco, porque decidís compartirlos conmigo. Todos tenemos nuestras inseguridades, nuestros temores y nuestras dudas sobre este futuro difícil e incierto, pero amigos y amigas en 1812 aprobamos la primera constitución y ésta tenía sus errores y sus aciertos, pero fue un paso trascendental para la libertad y la igualdad de oportunidades. Más tarde construimos entre todos una democracia firme, en la que creer que las cosas podían mejorar. Un día escuché a un compañero,
que había perdido una pierna en un atentado, que él no se arrepentía de nada, ni daría marcha atrás en su lucha, aunque en su caso hubiera perdido tanto. Por los que siguen soñando; por tontos que nos parezcan; por los que siguen luchando; por los locos que se lo creen; porque un poco de locura es clave; por los rebeldes; por los que escriben y pintan mundos diferentes, supongo que lo que quiero deciros este 24 de Septiembre es que, pese a todo, porque esa es nuestra voluntad, nuestro destino, y está en los recuerdos que nos han configurado como pueblo. Que no dejemos nunca de creer y de luchar".

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN